Lax'n'Busto con melodrama

Los grupos de rock se asocian a veces con orquestas para sentirse más importantes o para incorporar a su música un poco de pompa y circunstancia, pero con Lax’n’Busto las cosas van de otra manera: su operación 'Simfònic', recuperada el martes en el Palau, dentro del Banc Sabadell Festival Mil·lenni, realza su fondo tierno a través de arreglos más aromáticos que intimidantes. Una versión recogida de la banda de El Vendrell.

Después de estrenarse, en giras anteriores, en el Auditori y en el Liceu, los ‘Laxen’, que así los conocen sus fans, debutaron en la sala modernista sin ánimo de desafiar a las musas que custodian el escenario, sino más bien de acariciarlas dejando en suspenso su vocación rocanrolera a favor de una noción de canción recogida, sentimental, potenciando el poder de la melodía. Aunque el disco del que partió el recital, publicado en el 2010, se titule 'Simfònic', la orquesta que les acompaña en esta aventura no es sinfónica, sino de cámara, y en el Palau volvió a dirigirla Joan Albert Amargós, autor de la mitad de los arreglos.

DE BACHARACH A NINO BRAVO

Siguiendo de cerca el guión de aquel trabajo, abrieron con 'Què boig el món' y fundieron material de todas sus épocas, repescando las lejanas 'No vaig triar' o 'Quan és fosc' y poniendo cierto énfasis en el disco 'Objectiu: la lluna' (2008), el segundo que grabaron con su actual cantante, Salva Racero. Sobre todo en la primera parte del concierto sonaron muy contenidos, transformados entre arreglos de 'easy listening' a lo Burt Bacharach en 'No sé pas com' y más cerca de Franck Pourcel que de Richard Wagner en 'Amb tu'. El más beneficiado de ese enfoque fue Racero, convertido en todo un Nino Bravo, con sobrado fuelle pulmonar, en canciones ricas en melodrama como 'No és massa tard'. Incorporaron una pieza, 'No has marxat', de su último disco, 'Tot és més senzill' (2013), aunque la tocaron sin la orquesta.

Los del Palau fueron unos Lax’n’Busto sin desfase rockero, con sus integrantes sentados en sillas y cultivando una aplicada caligrafía. Con una secuencia para deleite del guitarrista Cristian G. Montenegro, 'Meditacions guitarrístiques', y desvíos hacia Nueva Orleans ('Les nits del Liceu') y la rumba ('Nen, surt al carrer'), camino de unos bises culminados con 'Llença’t'. "'Un puntasso i un plaer'", celebró Pemi Rovirosa, que apeló al orgullo 'vendrellenc' recordando que ese mismo martes se cumplían 139 años del nacimiento del hijo predilecto del municipio del Penedès, Pau Casals. 'Laxen', a corazón abierto.