LA CUENTA ATRÁS DEL FESTIVAL DE MÚSICAS AVANZADAS (5)

Laurent Garnier: "La música que pongo me sale del corazón"

El icónico 'dj' y productor francés, con 30 años de carrera a sus espaldas, hará doblete en el Sónar, el jueves y el sábado

Laurent Garnier, en una imagen promocional

Laurent Garnier, en una imagen promocional

Juan Manuel Freire

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Pocos mejores lugares donde empezar una carrera profesional como DJ que el Haçienda de Manchester, uno de los clubs más legendarios de la historia, cuna de la cultura rave. Fue allí donde Laurent Garnier se curtió a los platos tras una educación autodidacta y aventurera que incluyó experiencias reveladoras en Heaven y The Mud Club, su lugar favorito de Londres, ciudad a la que llegó huyendo de la mili francesa.

De vuelta en su país, Garnier se empeñó en que París tuviese su propia gran escena de baile. El primer gran paso fue, en 1992, persuadir a Christian Paulet, director del mítico Rex Club, de hacer una fiesta semanal dedicada al techno. Dos años después cofundó F Communications y publicó 'Shot in the dark', su primer disco largo.  

El sello dejó de publicar regularmente en el 2008, pero en la última década Garnier no ha dejado de trabajar por la difusión de la electrónica. Por algo el año pasado fue distinguido Caballero de la Legión de Honor y por algo el Sónar sigue considerándolo, 25 años después de su primera visita (exacto, estuvo en la primera edición), uno de los mejores reclamos del festival.

Este año podremos verle en acción no una, sino dos veces: repasando su repertorio propio (jueves, día 14, SonarVillage, 22.00 horas) y ofreciendo su ya tradicional sesión de cierre (sábado, día 16, SonarPub by Thunder Bitch, 3.00 horas).

¿Qué recuerda de su primer Sónar, que fue, de hecho, el primero para todos?

Ese festival no se parecía al de ahora. Era mucho más pequeño. Unas 800 personas reunidas en Apolo. Por entonces [1994] Barcelona todavía tenía que crecer un montón como potencia electrónica. Tener a 'djs' de fuera pinchando techno era algo casi exótico. Recuerdo que en las tiendas de discos, cuando ibas a la cubeta de techno, te encontrabas con cosas de Erasure, Depeche Mode… ¡Mucho synth-pop, pero poco techno!

Repitió varias veces ya en esos primeros años, aunque en el 2000 con seudónimo.

Después de haber venido tres o cuatro veces, les dije a los chicos de Sónar que debíamos hacer algo distinto. Así surgió la idea del alias. DJ Jamón, para ser concretos.

¡Y le dejaron salirse con la suya! Usted ya era un reclamo, pero aceptaron anunciar a DJ Jamón…

Hay muy pocos festivales con los que tenga tan buena relación. Ellos saben que odio repetirme. Y saben también mi pasión por el jamón de jabugo. De hecho, me regalaron uno por mi boda. De todos modos, DJ Jamón no acabó ahí: he usado el alias DJ Jambon ['jamón' en francés] para pinchar música africana.

Si tuviera que quedarse con un momento de los primeros 25 años de Sónar, sería…

No puedo elegir uno porque siempre me lo he pasado bien. Sobre todo por lo que hablábamos, porque ellos siempre han aceptado ideas nuevas. Les parecía bien si un año traía un show en directo, si pinchaba solo reggae y drum’n’bass, si ponía música a imágenes de cine [en el Cinemix del 2005]… Cuando la gente oye hablar de mí en relación al Sónar, siempre se comentan las sesiones de cierre, pero he hecho un montón de cosas diferentes en este festival.

¿Cómo ha evolucionado su estilo como 'dj' en este último cuarto de siglo?

En la esencia, no ha evolucionado. Adoro el techno y el house. Son la base. Por otro lado, incorporo cosas que me gustan como la new wave, el reggae o el punk; tiene sentido porque de estas músicas nacen muchos géneros de baile. Creo que no he cambiado porque soy honesto y la música que pongo me sale del corazón. La honestidad es lo único importante.

Y la inquietud, ¿no? Cuando le entrevisté hace cinco años, me dijo que le horrorizaba la idea de convertirse en una reliquia de otro tiempo.

Ese es otro punto importante, claro, ser curioso, seguir con hambre. No estaría haciendo esto de no sentirme así. Habría parado hace tiempo.

¿A qué estilos o artistas concretos está más enganchado ahora mismo?

No sabría decirle uno, ni siquiera varios. La música siempre suena mejor cuando se combinan diferentes estilos. Ahora mismo me interesan muchos artistas. Sería incapaz de nombrar solo a uno o dos.

De acuerdo, dejémoslo en el último corte que ha silbado obsesivamente.

Le voy a decir tres grupos que me fliparon en el último festival Yeah! de Lourmarin, que coorganizo. The Legendary Tigerman, una pura expresión rock’n’roll. Aufgang, un dúo que mezcla clásica, techno y jazz y que se marcó una versión increíble del 'The bells' de Jeff Mills. Por último, Tshegue, una artista entre afropunk y electrónica.

¿Qué podemos esperar de su sesión de cuatro horas de cierre de este año? ¿Será un especial #Sonar25?

Pues en realidad nunca me preparo las sesiones, así que puede pasar cualquier cosa. Todo depende del ambiente. Soy solo una parte del cartel y necesito ver cómo puedo completar esa noche. Soy solo un plato de un gran banquete.

Siempre ha dicho que lo más importante es tener en cuenta quién ha estado en el escenario justo antes. Este año, le precede el ascendente rapero GoldLink.

Me parece fantástico, puedo empezar con hip hop. No hay problema. Adoro el hip-hop.

¿Es difícil sorprender al público con algún tema cuando los artistas comparten todo enseguida en redes y plataformas? 

Entiendo lo que dice. Pero pinchar bien no significa tanto sorprender como pinchar el corte correcto en el momento adecuado. No lo consigo siempre, pero es lo que intento. Tener un arma secreta no sirve de nada si no sabes cuándo dejarla caer. Si no sabes sentir el ambiente.

TEMAS