Las sorpresas, justicias e injusticias de siempre

Sorprende, en una lista sin demasiadas sorpresas, o mejor dicho, sin demasiados riesgos, que un filme comoHoly Motorsno se encuentre entre los cinco títulos que optan a la mejor película de habla no inglesa. Es una sorpresa relativa: lo que funciona muy bien en determinados sectores europeos -la inusual propuesta fantástica deLéos Caraxha cautivado a casi toda la crítica y ha sido recompensado con creces en festivales específicos como el de Sitges, además de funcionar nada mal en taquilla- no acostumbra a tener el mismo predicamento en Estados Unidos.

También es sorprendente queAmor,el excelente filme deMichael Hanekeque se estrena hoy mismo entre nosotros, aparezca nominado en las dos categorías, como mejor película extranjera y como mejor película a secas. ¿Se atreverán a darle los dos premios? Es bastante improbable; eso sí sería la gran sorpresa de esta edición. En todo caso, que esté nominadaEmmanuelle Riva, excelente por otro lado, como mejor actriz, y no lo esté su compañero de reparto,Jean-Louis Trintignant, no menos espléndido, sí que resulta extraño:Amorno puede entenderse en toda su dimensión sin el plano del actor y el contraplano de la actriz, ambos resultan indisociables.

Por lo demás, la lista de candidatas es la esperada. Incluso el número de nominaciones también, repartido equitativamente entre una película de gran aparato pero idiosincrasia más o menos independiente, La vida de PiSEnDAng Leees ya uno de los directores no estadounidense que más veces ha optado a los Oscar de mayor peso-, y una de esas películas destinadas a contentar a casi todo el mundo, ya que la ecuaciónSteven Spielberg-Abraham Lincolnha de resultar forzosamente triunfadora, al menos en Estados Unidos.

Por el medio se han colado productos previsibles: siKathryn Bigelowse llevó el Oscar por su primera aproximación al conflicto de Irak,En tierra hostil, es lógico que vuelva a estar nominada por La noche más oscura, su crónica de la obsesiva caza y muerte deOsama bin Laden. La nominación aBestias del sur salvajecubre la cuota másindie,habitual ya en estos casos, así como el cine de gran aparato conLos miserables. YTarantinovuelve a estar allí. Teniendo en cuenta que en las dos últimas décadas siempre que se ha nominado un filme del Oeste ha salido triunfador (Bailando con lobos en 1990, Sin perdónen 1992), el manierista espagueti-wéstern deTarantinotiene verdaderas posibilidades, aunque la esclavitud que muestra el director dePulp fiction es políticamente más incorrecta que la delLincolndeSpielberg.

Una actriz descubierta porDavid Lynch y fogueada ya en todo tipo de producciones aporta la nominación en una película española:Naomi Wattspor Lo imposible.Aunque tiene feroz competencia enJessica Chastain, una de las actrices de moda. El premio al director será, como siempre, una lotería: nueve largometrajes nominados por solo cinco directores que aspiran al galardón. QueTarantino se haya quedado fuera tampoco es muy normal; si en algo destacan sus filmes es precisamente por la desbordante imaginación de su puesta en escena.