Kurt Vile, el rockero de honor de Filadelfia

El prolífico exguitarrista de The War On Drugs, heredero de Dylan y la Velvet, presenta en Apolo su sexto álbum

Kurt Vile (derecha), con los componentes de su grupo, The Violators.

Kurt Vile (derecha), con los componentes de su grupo, The Violators.

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Kurt Vile es todo un héroe en Filadelfia, su ciudad, donde se celebra un día en su honor (el 28 de agosto) y fue condecorado en el 2013 con el premio Liberty Bell, el mayor honor que puede conceder la ciudad a uno de sus vecinos. Todo gracias a una carrera tan prolífica como consistente: desde el 2008, Vile ha publicado seis discos, cada uno superior al anterior, de brillante rock perezoso con rastros de Bob Dylan, TheVelvet Underground y Tom Petty.

Los grandes ya se rinden a él: Kim Gordon (mítica bajista de Sonic Youth) ha escrito la hoja de prensa de 'b’lieve i’m goin down...', el disco que hoy presenta Vile en Apolo (21.40 horas), en compañía de su banda, The Violators. Según Gordon, es un disco "extraño, tolerante, maduro, que reconoce la inmadurez inherente a ser una persona, seas padre, marido, adulto o músico".

GRABAR DE NOCHE

Vile, de 35 años, es todas esas cosas. Este último disco suena nocturno y solitario. ¿Se debe, quizá, a que grabó de noche, tras acostar a sus dos pequeñas hijas? "Sí y no", explica vía telefónica desde Filadelfia, "porque grabé también en otras situaciones. Pero a veces me levanto de noche y hago música. Uno de los motivos por los que hago esto es un poco místico: me da la sensación de que durante la noche, cuando la gente duerme, toda la sabiduría del mundo está disponible solo para mí".

El que fuera guitarrista de The War On Drugs alterna, según dice, entre discos "de subidón" y "de bajón". Aunque tampoco es obstinadamente triste -y se abre con el 'hit' casi pop 'Pretty pimpin'-, el nuevo pertenecería al segundo grupo. Razones: todas y ninguna en particular. "La vida es maravillosa, pero también triste. A veces se muere gente a la que quieres. Otras veces tan solo estás exhausto mentalmente. De todos modos, tampoco es un disco sin esperanza. Solo es… realista".

Para Vile, cada disco es una mezcla de "música y vida". En otras palabras, de lo que ha escuchado y vivido durante el periodo de composición. Pero también habría que añadir lo que ha leído, si nos atenemos a las referencias líricas al gótico sureño de Flannery O’Connor'I’m an outlaw' se inspira en su primera novela, 'Sangre sabia', y 'That’s life, tho (almost hate to say)' en la segunda, 'Los violentos lo arrebatan'. Como O’Connor, Vile habita un mundo a la vez oscuro y cómico; no siempre se toma su propia tristeza en serio. "Lo curioso es que, en realidad, lo que más me interesa de O’Connor son los relatos. Recuerdo cuando los descubrí. Fue una revelación".

LA LITERATURA, APARCADA

Ahora que tantos iconos del rock 'indie' -Willy Vlautin, John Darnielle, Colin Meloy- desarrollan con éxito carreras literarias paralelas, cabe preguntarse si Vile, hombre hábil con las palabras, será el próximo. "Escribí relatos cuando era joven, pero no he vuelto a leerlos y, la verdad, no sé si quiero. No he rescatado material para las canciones".

Mientras se lo piensa, seguirá grabando ("tengo ya un montón de canciones, de conceptos") y girando, para gozo de su creciente club de fans. Del concierto de este domingo, avanza que tendrá más energía que el último disco: "Sí, una energía ligeramente diferente, pero quiero preservar la crudeza".

Debajo, escucha de 'b’lieve i’m goin down…'.

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