Gente corriente

Jordi Guixé: "Serrat ya lo hacía. Detrás suyo sonaba una tenora"

Ha ampliado el horizonte de la tenora, instrumento históricamente vinculado a la cobla y las sardanas. Él la pasea por el jazz

«Serrat ya lo hacía. Detrás suyo sonaba una tenora»_MEDIA_1

«Serrat ya lo hacía. Detrás suyo sonaba una tenora»_MEDIA_1

CARME ESCALES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Fue en medio de un pasillo de la Escola Municipal de Música de Agramunt. Jordi Guixé (Puigverd d'Agramunt, 1986) tenía 7 años. «Vamos, decide, ¿tenora o tiple?» -le dijo el profesor-. Pero él no había visto nunca ni uno ni otro de aquellos instrumentos. Se le daba bien la música, tocaba el clarinete y el piano, pero vivía justo al lado de Agramunt, un pueblo con arraigada tradición de coblas, donde era preciso asegurar el relevo de tenoras y tiples que, junto al flabiol, podrían ser el equivalente en música a las especies de flora y fauna en peligro de extinción.

-¿Había tradición musical en su casa?

-Solo mi padre era aficionado. Todavía hoy canta, en las fiestas mayores, en un grupo de habaneras. En casa compraron el equipo de música antes que la tele y sí que teníamos mucha costumbre de cantar los cuatro hermanos y mis padres y nos grabábamos en cintas de casete. Y me apuntaron a la escuela de música y, como se me daba bien, me cuidaban más que bien, como se solía hacer en los pueblos normalmente.

-Sin embargo, la tenora fue una imposición. ¿Tardó mucho en cogerle cariño?

-Es que acababan de crear una cobla nueva, la Quatre Vents, y les faltaban tenoras y tiples. Yo escogí la tenora porque me gustaba más ese nombre que el otro. Por nada más. Aquello debió ser a medio curso y en junio ya actué con la nueva cobla, tocando la tenora. Y así fue como empecé a ganar mi primer dinero. Ahora que soy profesor no lo aconsejaría a ningún alumno, pero reconozco que, a esa edad, empezar a ganar dinero influye mucho en tus decisiones.

-Ha cerrado un agosto en el que ha realizado 35 actuaciones, la mayoría con la cobla Mediterrània de la que es miembro, pero también con sustituciones en otras. ¿Imagina su futuro viviendo de la música?

-En estos momentos no lo creo, pero siempre depende de tu ambición. Yo compagino los aproximadamente 140 bolos que hago al año -unos 70 con la Mediterrània- con las clases en la Escola de Música d'Agramunt, pero el público, en general, cada vez valora menos la calidad del sonido. Solo en pueblos donde la sardana está muy integrada lo cuidan y contratan buenas coblas y no las low cost, pero desafinadas. Lo que sucede es que la media de edad de ese público más exigente es alta. Claro, el seguidor verdaderamente apasionado por la sardana se ha hecho mayor. En muchos pueblos bailan sardanas sin saber bailarlas, solo por mantener la tradición. Pero hay pueblos de Girona y Lleida, muy cerrados y puros en la cuestión sardanística.

-Por lo tanto, lo que ha hecho, sacar la tenora de la cobla hacia otros estilos musicales, en la perspectiva de futuro de la sardana, tal vez signifique un rescate. 

-Quizá sí, pero yo no lo hice por eso. Yo lo paso muy bien tocando en la cobla, pero cuando entré en la ESMUC (Escola Superior de Música de Catalunya) tenía claro que con mis cuatro años de tenora quería enfocarme hacia algo nuevo y diferente, más arriesgado a la formación típica de cobla. Y eso es lo que he hecho, introducir la cobla en una formación más pequeña, de cámara, y mucho repertorio.

-Y ya tiene su primer disco -Silenci blanc- en el mercado. ¿Qué suena en ese disco?

-Es la tenora integrada en un sexteto de jazz. Todos los temas, de swing, bossa nova, bulería o habanera, están adaptados a la tenora, con arreglos de Esteve Molero. Músicos de jazz creando nuevos lenguajes. Y el tema que da nombre al disco, Silenci blanc, es único y original de Molero creado específicamente para la tenora. Bueno, porque no nos fijamos, pero Serrat ya lo hacía cuando tenía 20 años, mientras cantaba, tenía una tenora sonando detrás. Falta bastante todavía para normalizar algo así.

-¿Dónde se fabrican las tenoras?

-Hay dos únicos constructores en el mundo, en Vilanova i la Geltrú y en Girona.