John Curran: "Ted Kennedy vivió una tragedia convertida en farsa"

El director de 'Ya no somos dos' y 'El velo pintado' regresa con 'El escándalo Ted Kennedy', thriller dramático, con un sentido trágico de la ironía, sobre el accidente que arruinó las ambiciones presidenciales del menor de los hermanos Kennedy. La película llega a las salas el próximo viernes, día 21.

Parece un poco difícil ligar este filme con sus anteriores obras. ¿Cuál diría usted que es la conexión?

Creo que los cineastas, incluso cuando buscamos hacer algo diferente, acabamos haciendo siempre la misma película. Es una cuestión de trucos, de ángulos, de luz… Tomas esas pequeñas decisiones y al final, tristemente, sale una película tuya (risas). Además, siempre filmo historias basadas en los personajes.

En esta ocasión, su dirección es algo diferente, tiene una nueva musicalidad.

Cuando leí el guion, vi que tenía un ritmo muy interesante. En cuestión de tono, era una tragedia que se convertía en casi una farsa; me sorprendí riendo a carcajada limpia en algún momento. Mientras lo leía, sentía empatía, simpatía, me reía, aunque lo que se cuenta es bastante horrible. Quería que la película tuviera esa vida, en lugar de ser un melodrama serio.

Hay dos mitades muy claras, ¿no? La primera parte pasa dentro de la cabeza de Ted. La segunda es más coral y habla de un trabajo en equipo.

Sí, así es. Hubo mucha gente implicada en el encubrimiento del incidente. Y eso no incluye solo a los asesores políticos, sino también al fiscal de distrito, el fiscal especial o el jefe de policía. Incluso los Kopechne [la familia de la secretaria fallecida en el accidente] fueron cómplices en cierto modo, por no contraatacar con la suficiente fuerza.

Es interesante ver a cómicos como Ed Helms (primo y confidente de Ted) y Jim Gaffigan (abogado amigo del susodicho) haciendo papeles dramáticos. ¿Quería usted ponerlos a prueba?

Busqué premeditadamente a cómicos o actores especializados en comedia. El guion me había hecho gracia y quería a gente capaz de bordar ese humor socarrón que había en tantas escenas. De todos modos, creo que detrás de cada cómico hay un gran actor dramático. Muchos de ellos, no necesariamente Ed y Jim, son gente torturada, con depresiones, decepcionados con sus carreras… Tienen una experiencia en la que basarse para actuaciones dramáticas.

Aprecio que haya fichado a Jason Clarke para el rol protagonista. Debe ser uno de los mejores actores de su generación, pero pocos directores le han permitido brillar, ocupar el primer plano.

Conozco a Jason desde hace mucho tiempo. Hizo un papel muy pequeño en mi primera película ['Praise', de 1996, sobre el romance entre un holgazán sin libido y una ninfómana con sobrepeso]. Llevaba años queriendo volver a trabajar con él. Simplemente, no daba con el proyecto correcto. En este caso, tanto él como yo pensábamos que nadie sería un Ted Kennedy mejor, y al final consiguió el papel.

"Detrás de cada cómico hay un gran actor dramático: muchos de ellos son gente torturada, con depresiones, decepcionados con sus carreras"

¿Qué clase de libros o películas tuvieron como referencia?

Leí mucho sobre Joe Kennedy, y sobre Teddy, obviamente. Sobre todo me interesaba la campaña de Bobby en 1968, quién hacía qué, qué hacía Teddy, etcétera. Quería saber todo lo posible sobre el estado mental de Teddy después de que Bobby fuera asesinado en junio de 1968. Leí testimonios de toda la gente involucrada en el accidente… Queríamos contar la historia con toda la veracidad posible, extrayendo los datos más fiables de todas las fuentes posibles. ¡Todavía quedan muchas preguntas por contestar, sea como sea!

La película tiene un presupuesto tirando a bajo, pero no lo parece.

Es un guion de 45 días rodado en 32. Pero ya estoy acostumbrado a que me reduzcan los días durante la preparación del rodaje. Desde que empecé a hacer esto, he tenido que estar oyendo cómo el cine independiente estaba a punto de morir. Pero si tienes un buen guion y un buen actor, al final sale alguien dispuesto a poner algo de dinero. Lo que ha puesto las cosas difíciles es la televisión; es ahí donde se ha trasladado gran parte del dinero y donde van ahora los talentos. Ahora mismo, si quieres hacer dramas basados en los personajes, seguramente tengas que hacerlos para televisión.

¿Y usted se resiste?

No me resisto, es solo que no he recibido la oferta que espero. Tampoco he estado tan disponible. Y lo malo de la televisión es que… Al principio me apetece, pero luego pienso en la idea de hacer un episodio de una serie que ya lleva dos años y tengo la sensación de que sería difícil hacer algo personal. Dirigiría gustosamente un episodio de 'Black mirror', porque son historias autónomas y suelen estar bien escritas.