CONCIERTO

Joana Serrat, en estado de gracia

La cantautora de Vic lleva su folk de estilo americano a nuevas cotas de belleza en 'Cross the verge', que presenta en Apolo

Joana Serrat

Joana Serrat / periodico

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Con solo su tercer disco, 'Cross the verge', la cantautora folk Joana Serrat (Vic, 1983) ha alcanzado el grado de madurez artística que la mayoría de músicos persiguen sin éxito toda la vida. Serrat ya había convencido con los dos discos anteriores, el autoeditado 'The relief sessions' (2011) y 'Dear Great Canyon' (2014), en los que demostraba saber aprehender los influjos americanos y tener intuición melódica, pero en el último, que presenta el viernes en Apolo (21.30 horas), desarma por completo; no exactamente con ataques frontales, sino con su apuesta por una delicadeza vaporosa.

Serrat se atreve a cantar hacia dentro en tiempos en los que hace falta gritar para hacerse escuchar. "En mi anterior disco -explica- estaba en un momento en que necesitaba chillar. A ver, tampoco es que chillara [sonríe], pero el tipo de canción era más exaltada". Sin prescindir de momentos agitados, este nuevo álbum parece presidido por un susurro solitario, reflejo de una época en la vida de Joana marcada por la pérdida: "El hecho de seguir mi camino bajo mis ideales me ha supuesto, en muchas ocasiones, encontrarme sola haciendo este recorrido. Me doy cuenta de que muchas personas, lejos de querer enfrentarse a sus sinsentidos, prefieren permanecer en sus vidas acomodadas".

UN EQUIPO SOÑADO

Sola, sola, no ha estado en todo el recorrido. De hecho, en 'Cross the verge' la encontramos mejor acompañada que nunca: a sus habituales músicos Gavin Gardiner (The Wooden Sky) y Toni Serrat se suman colaboradores de lujo como Basia Bulat o, en tres canciones, Neil Halstead, de Slowdive y Mojave 3. "Lo conocí en el Petit Format, un festival que monta la sala Depo de L’Hospitalet. Hemos mantenido un poco el contacto. En las nuevas canciones surgían las influencias de sus grupos y pensé que debía estar. En principio solo iba a hacer el dueto 'Cloudy heart', pero logré colarle otras dos [toca la guitarra en 'Lonely heart reverb' y la preciosa 'Lover']”.

Joana Serrat viajó hasta Montreal para trabajar con el productor Howard Bilerman (Arcade Fire, Godspeed You! Black Emperor), que ya había mezclado 'Dear Great Canyon', en su mítico estudio analógico Hotel2Tango. Allí se han grabado discos de clima etéreo que han marcado a la artista, como 'Every child a daughter, every moon a sun', de The Wooden Sky ("el motivo por el que quise trabajar con Bilerman en un primer momento", admite Serrat). Con el productor le une, entre otras cosas, una misma visión de lo que debe ser un disco: "No queremos discos que duren dos años. Pensamos en álbumes de larga duración, atemporales".

DESDE VIC PARA EL MUNDO

La carrera de Joana Serrat podría dar un nuevo vuelco tras su fichaje por el sello londinense Loose Music, marca de referencia de la música 'de raíces' que publicará sus discos para el resto de Europa (aquí se encarga El Segell Del Primavera). Es la primera artista estatal en tener este privilegio. "Si hay un sello en el que quiero estar, ese es Loose Music", afirma Serrat. "Un sello de 'americana' tan consagrado, con artistas del nivel de Israel Nash y Barna Howard... Es un lujo”.