Joan Oller en el Palau de la Música

Joan Oller es el profesional más acreditado, la persona más capacitada en Catalunya, un referente europeo en la dirección de un gran equipamiento musical. Oller ha establecido la personalidad y consolidado el espacio del Auditori, lo ha encajado con el entorno social, y merece las mejores notas como gestor y director artístico. Ahora opta por hacerse cargo del Palau de la Música. Es lo mejor que le podía pasar al Palau, y para él es un nuevo desafío de primera magnitud.

¿Lo conseguirá? Sin duda si se cumple una condición. Una sola condición, que no es económica (el Palau es bastante barato). Tampoco, en primer término, aunque también, de modelo organizativo. Ya trabajan para simplificarlo y, esperamos, para reforzar los poderes del director sobre los cantantes del Orfeó. La condición es que lo dejen mandar.

Tan sencillo y tan difícil. Hasta ahora, la presidenta Mariona Carulla y el director general Joan Llinares hacían tándem (hasta que Llinares fue a lo suyo en cuestiones políticas).

A partir de ahora, la actitud de la presidenta, de la junta, de los socios del Orfeó, de la Fundació y sobre todo del Consorci, debe ser de transferencia del mando al nuevo director general, que tiene que ser el único con capacidad ejecutiva

Por una razón muy sencilla: entre todos ellos, es el que más sabe. Y por una previa que la presidenta puede entender mejor que nadie por razones familiares. En las empresas tiene que mandar uno. Siempre. Con el equipo de su confianza y con la confianza y el apoyo de los accionistas.

Esto, que es cierto en todo momento, todavía lo es más en momentos de crisis y reorientación. Y el Palau se encuentra en crisis. Exportado el saqueo a los tribunales, y es allí donde lo debemos observar a partir de ahora, el Palau, y con él el Orfeó, tiene un reto cultural. Cultural, musical, artístico. No político, ni jurídico, ni organizativo.

Si le dejan trabajar sin interferencias, si desde la presidencia del Palau se le da todo el apoyo, el que pida y como lo pida, seguro que Joan Oller lo conseguirá. Y también la presidenta.

Si no es así, no hay posibilidad. Tengan presente, si lo dudan, que en el Macba saltaron dos buenos directores porque desde la Fundació se interfería en el mando.