PINCHAZO MUSICAL

Jay Z demandará a los creadores de Tidal

El rapero asegura que inflaron el número de suscriptores del servicio de música en 'streaming' del que es propietario hace un año

Shawn 'Jay Z' Carter, en una presentación en Nueva York, en el 2011.

Shawn 'Jay Z' Carter, en una presentación en Nueva York, en el 2011. / CS CL**NY**

LAURA ESTIRADO / BARCELONA

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La que iba a ser la alternativa a Spotify hace aguas. Tidal, la niña bonita del magnate del rap Jay Z, el servicio de música en 'streaming' que ofrece contenido exclusivo de sus fundadores (Madonna, Rihanna, Beyoncé, Kaney West y Alicia Keys, entre otros), con sonido de alta calidad en 25 millones de canciones y 75.000 vídeos, sin anuncios y por 20 dólares al mes, no acaba de despegar. Aunque la compañía ha celebrado su primer aniversario con la cifra de tres millones de suscriptores en 46 países, cierto es que menos de la mitad paga la mensualidad, el resto disfruta del periodo de prueba gratuito, y se larga de la plataforma cuando hay que soltar la pasta. Además, algunos de los artistas que se apuntaron a la aventura con Jay Z han ido con el tiempo dejando a un lado el proyecto (véase Kaney West). 

Así las cosas, el marido de Beyoncé está que trina. Según publica la revista 'Bloomberg', el magnate musical ha enviado ya varias cartas amenazando con acciones legales a la antigua compañía propietaria de la plataforma, la noruega Schibsted ASA.

DESPECHO

Jay Z quiere que le paguen porque, dice, no fueron honrados con él. Asegura que le engañaron al inflar el número de suscriptores que tenía Tidal en el momento de la venta -por 56 millones de dólares- justo ahora hace un año. En realidad, los usuarios que pagaban por la música estaban "muy por debajo de lo reportado", asegura Jay Z despechado.

Schibsted, por supuesto, ya ha dicho que no está de acuerdo con el señor rapero ni "con las posibles reclamaciones". Además, recalcan, que S. Carter Enterprises LLC, una sociedad de Jay Z, hizo en su día las debidas diligencias antes de cerrar la operación y quedarse con la plataforma.

El culebrón aún no ha acabado.

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