INTERFERENCIAS

Emociones intensas en el ecuador de Sitges 2016

JUAN MANUEL FREIRE / JULIÁN GARCÍA

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UNA REVELACIÓN

Todo lo que se ha contado sobre ‘The eyes of my mother’ es falso: la ópera prima de Nicolas Pesce es todavía mejor. El director de 26 años no desperdicia una sola imagen y cuida al máximo las costuras entre ellas (el montaje, también suyo, es prodigioso) en esta película más fácil de disfrutar que de describir. ¿'Torture porn' de autor? ¿Cine de psicópatas poético? Todos los intentos pueden ser algo reduccionistas.


PREMIO PARA RUGGERO DEODATO

Recién proyectada 'Blair witch', cobra aún mayor interés la visita a Sitges, donde recibirá una Maria Honorífica, de Ruggero Deodato, el director italiano que en 1980 ya utilizó en ‘Holocausto caníbal’ la técnica de la ficción disfrazada de metraje descubierto por azar. Tanto era el realismo ‘gore’ de aquella película ambientada en la selva amazónica que Deodato tuvo que demostrar que sus actores no habían muerto torturados.


EL GOCE DE LA HISTORIA

‘La doncella’ es una obra (ya clásica) sobre amor, pasión y perversión, también sobre empoderamiento femenino, pero en particular sobre el acto de narrar: cómo una misma historia es distinta según quien la cuente, según cómo se cuenta. Park Chan-wook nunca ha contado nada con semejantes paciencia y convicción: aquí está un director en la cima de su juego.


'PHANTASMA': PESADILLA EN 4K

Don Coscarelli tenía 25 años cuando dirigió, en 1979, 'Phantasma', delirio alucinógeno de serie B convertido en clásico de culto. Nos quedan de ella imágenes indelebles como la esfera voladora, el dedo cortado o la sangre amarilla, pero sobre todo el rostro aterrador del Hombre Alto. 'Phantasma' se ha podido ver en Sitges restaurada en prístino 4K bajo el padrinazgo de J.J. Abrams, y no ha perdido ni un ápice de su atmósfera de pesadilla.