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El hortera sin complejos

RAMÓN de España

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Cada día admiro más al rapero cubanoPitbull,que visita Barcelona esta semana, aunque la primera vez que lo vi en acción -machacandoTu vuoi far' l'americano, del inolvidableRenato Carosone- me pareció un hortera y un mamarracho. De hecho, me sigue pareciendo ambas cosas, pero su prodigiosa desfachatez elevando la grosería y el mal gusto a la categoría de arte ha conseguido que le considere el Tony Manero del siglo XXI.

El sampleado deCarosone,todo hay que decirlo, ya contenía toda su filosofía vital -que consiste, básicamente, en que las tías están muy buenas y solo cabe contemplarlas desde la lascivia-, apoyada en una imagen brutal: esa calva rutilante, esa cara de perro, esos trajes espantosos, esas gafas de sol que no se pondría niNúria Feliu…¡Ese tío es un crack! Lo he ido comprobando videoclip a videoclip, sobre todo en los de duetos, que es donde más brilla, ¡y sin hacer prácticamente nada! (se limita a hablar en una mezcla de inglés y español y a frotarse con las jamonas de turno, a las que dedica sus mantras:Ya tú sabesyNena, mira que tú estás buena).

Lo he visto conEnrique Iglesias(Baby I like you), con Jennifer López(a la que endilgó un refrito de la lambada,On the floor) y conMarc Anthony(Let it rain over me), y siempre me he quedado con la impresión de que el hombre, si pudiera, viviría en una discoteca y no dormiría nunca. Gañán altivo, hortera sin complejos, simplón orgulloso, machista irredento,Pitbulles un soplo majareta de aire fresco en esta época de corrección política. Su mera presencia evoca conceptos fascinantes: sexo, alcohol, drogas, juerga y desparrame. Frente a santurrones del pop comoBono y elBoss,Pitbullreivindica la alegría descerebrada con una imagen a medio camino entre el nuevo rico, el macarra y el narcotraficante, y lo hace con un oblicuo sentido del humor que lo aleja de la siniestra tontería del gansgta rap. Si además su música tuviese el más mínimo interés, ya sería la caraba.