El 'ruido' de Harry Potter

¿Es Harry Potter un clásico? El próximo 26 de junio se cumplen 20 años del lanzamiento en Bloomsbury del primer volumen de la saga, 'Harry Potter y la piedra filosofal', y la pregunta sobre la perdurabilidad de la obra de J. K. Rowling resucitará como por arte de magia. Bajo el ruido, bajo las fiestas, bajo el negocio y las ediciones especiales que se ultiman con las Casas de Hogwarts (para que cada cual compre su favorita: Gryffindor, Slytherin, Hufflepuff o Ravenclaw), la cuestión de la futura valoración de la heptalogía resurgirá, ya lo verán, con la fuerza de una Orden del Fénix. Porque las aventuras del niño mago son el fenómeno muggle del siglo, ahí no hay tema. Literariamente, sin embargo... ¿estamos en disposición de juzgar ya su paso a la posteridad? ¿Sabemos hoy si Potter vencerá al Voldemort del tiempo?

 La respuesta, por supuesto, es que no: que aún no. Pero conviene valorarlo.

 Al explotar la pottermanía, de hecho, hubo, si recuerdan, debates similares. De un lado, aparecieron los alineados con el crítico Harold Bloom, que en su columna del 7 de noviembre del 2000 respondió con un duro “Sí” a la pregunta “¿Pueden 35 millones de lectores estar equivocados?”. Del otro, surgieron sus grandes defensores, más cerca de Stephen King: “Mi pronóstico es que [Potter] resistirá la prueba del tiempo y acabará en los estantes [...] junto a Alicia, Puck, Frodo y Dorothy, y que esta serie no es asunto de una década sino de toda una época”.

 Veinte años después, se habla de 'Generación Potter', el universo creado por Rowling se mantiene firme y el debate sigue tan vivo como el primer día. Es cierto que de la última entrega de la saga no hace ni diez años, pero... ¿cuánto le falta a Potter para la definición de Italo Calvino según la cual "es clásico lo que persiste como ruido de fondo incluso allí donde la actualidad más incompatible se impone"? En un mundo cada vez con menos magia, un mundo que persigue la 'sangre sucia', un mundo en lucha contra lo innombrable... ¿qué ruido hace y hará todavía el bueno de Harry? ¿Se atreve alguien a predecirlo sin unas buenas clases de la profesora Trelawney?