GALARDÓN DE NO FICCIÓN

La guerra contra los narcos, más allá de México

3El periodista mexicano Sergio González gana el premio Anagrama

El escritor Sergio González Rodríguez, ayer poco antes del fallo del Premio Anagrama de Ensayo.

El escritor Sergio González Rodríguez, ayer poco antes del fallo del Premio Anagrama de Ensayo.

ELENA HEVIA
BARCELONA

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periodista, aunque lo sea, es un apelativo que le queda pequeño al escritor Sergio González Rodríguez (Ciudad de México, 1950), notorio por investigar los asesinatos de mujeres  en Ciudad Juárez y a punto estuvo de no contarlo -tal y como se relata en 2666, novela en la que Roberto Bolaño le incluyó como personaje-. González Rodríguez es sobre todo un pensador crítico de la realidad mexicana en la línea de lo que fue Carlos Monsiváis y como tal ha ganado el 42 premio Anagrama por su ensayo Campo de guerra. En el libro se plantea la inquietante reflexión de que el grado de militarización y por lo tanto de control que ha alcanzado la sociedad mexicana, propiciada por la lucha contra el narcotráfico, se está globalizando de una forma inadvertida a través de la tecnología. Las máquinas, lejos de ser el mecanismo que nos va a cambiar la vida, se han convertido, según el autor, en los instrumento que «vulnerarán nuestros derechos individuales».

«Estados Unidos ha identificado al narcotraficante con la figura del terrorista y con el pretexto de combatir el terrorismo en el mundo ha impuesto el control y la vigilancia a partir de plataformas militares y ha impulsado el orden paulatino de grandes corporaciones mundiales», explica.

INTERNET / González Rodríguez tiene una mirada profundamente crítica frente a internet y las redes sociales -a las que reconoce una función benéfica en sus aspectos comunicativos- pero teme que han propiciado que las barreras entre lo público y lo privado sean cada vez más débiles o inexistentes y se estén acrecentando los mecanismos de control. «Se trata de un modelo de dominio para el que el individuo no tiene ningún contrapeso».  Y advierte: «La tecnología no es neutral, siempre tiene un dueño».

González Rodríguez, que aspira a que sus libros «intenten cambiar el punto de vista de las personas, mover en cierto sentido el suelo que pisan», ha acudido al pensador judeo-polaco Gunther Anders -que, por cierto fue el primer marido de Hannah Arendt- para fundamental su ensayo. En los años 50, Anders recogió el concepto transhumanismo, acuñado por el biólogo Julian Huxley y desarrollado por su hermano Aldous en su novela Un mundo feliz, y alertó del peligro de  que las máquinas desplazaran a las personas como centro del mundo. «Es impresionante cómo fue capaz de describir lo que ahora vivimos. Creo que en campos como la biotecnología se están cruzando fronteras fundamentales. Mientras, el humanismo que respeta los derechos de las personas no está siendo contemplado».

La idea de González Rodríguez es que el título de su obra, Campo de guerra, no sea contemplado solo como un concepto retórico. «Tomé el título del filósofo Giorgio Agamben y su noción de campo, a partir del campo de concentración. Él dice que en un campo de concentración es posible cualquier abuso de poder».

La lucha contra el narcotráfico ha ocasionado cerca de 120.000 muertos y desaparecidos, más víctimas que en Kosovo. «Nos hemos acostumbrado a ver la violencia en el cine, pero la violencia es real. Está ahí. Así que la guerra también es real».  Solo hay que darse cuenta de su existencia porque, según el mexicano, esta guerra nos afecta a todos.