EXPOSICIÓN ARRIESGADA

El 'Guernica' no se acaba nunca

El Museo Picasso de París recorre el proceso creativo y el compromiso político del artista malagueño a través de su obra más icónica

'La mujer que llora' (1937), una de las piezas de Pablo Picasso que lucen en la exposición 'Guernica' del Museo Picasso de París.

'La mujer que llora' (1937), una de las piezas de Pablo Picasso que lucen en la exposición 'Guernica' del Museo Picasso de París. / periodico

Eva Cantón

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En los bocetos preparatorios que hizo a principios de abril de 1937, tres meses después de que el Gobierno de la República le encargara una pintura para el pabellón español de la Exposición Internacional de París, Picasso eligió un tema sin connotaciones políticas: el pintor y la modelo. Sin embargo, en el último estudio de la serie aparece un puño en alto con la hoz y el martillo. La misma imagen se repite en el diario 'Paris-Soir', que el lunes 19 de abril publica la intención de Francia de no intervenir en la guerra española. La noticia marcará un punto de inflexión en el proyecto de Picasso.

Una semana después, los aviones de la Legión Cóndor del régimen nazi, aliado de Franco, bombardean Gernika. Las fotografías de la masacre inundan la prensa europea y el artista malagueño reacciona de inmediato. El 1 de mayo realiza el primero de los 41 esbozos que le sirvieron para plasmar el desastre de la guerra en una obra de dimensiones monumentales que culminó en el tiempo récord de un mes y cuatro días.

El Museo Picasso de París, en colaboración con el Centro de Arte Reina Sofía, dedica a la génesis y periplo del lienzocon una apuesta arriesgada pero atractiva, organizar una exposición sobre el 'Guernica' sin el 'Guernica'. La turbulenta historia del cuadro impide su salida de Madrid, a donde llegó por primera vez en 1981 una vez restaurada la democracia.

 "Hacer una exposición sobre una obra ausente permite reactivar la mirada sobre los vínculos entre el creador y su obra", explica Géraldine Mercier, comisaria asociada de la muestra y especialista en arte español durante el franquismo. El itinerario se articula en torno a dos aspectos: el genio creativo y la militancia republicana.

El primero indaga en las diversas fuentes iconográficas del 'Guernica'. Desde los frescos del arte medieval catalán, que Picasso descubre durante su último viaje a España en 1934, hasta los 'Desastres de la guerra' de Francisco de Goya, pasando por las representaciones de 'La masacre de los inocentes' de Rubens, Nicolas Poussin o Guido Reni. Referencias artísticas que se suman a los motivos característicos que inscriben el 'Guernica' en la continuidad del trabajo picassiano, donde están presentes las escenas de tauromaquia, el minotauro y la figura de la mujer sollozando.

Apoyo al exilio republicano

Gracias a los numerosos archivos del artista conservados en el museo, el segundo eje de la muestra detalla el compromiso de Picasso con los republicanos españoles exiliados en Francia tras la guerra civil. A muchos les ayudó a encontrar trabajo, a salir de los campos de concentración de Toulouse o a lograr un permiso de residencia. En 1946 crea el Comité de Ayuda a los Republicanos Españoles y un año más tarde rinde un emotivo homenaje a los que participaron en la resistencia francesa en la pintura 'Monumento a los españoles muertos por Francia'.

El aspecto artístico y el activismo político convergen en una figura imprescindible para entender el 'Guernica': Dora Maar, la fotógrafa surrealista de origen croata, militante antifascista y pareja de Picasso durante siete años que documentó con su cámara el proceso de creación del 'Guernica' y ha dejado en la retina las imágenes en blanco y negro del taller Des Grands Augustins de París.

"Antes de la guerra civil española Picasso no había mostrado en su obra un compromiso político importante, ni durante la Setmana Tràgica de Barcelona ni en la primera guerra mundial, pero eso cambia a partir de 1936 por su proximidad al círculo surrealista de Paul Éluard y su relación con Dora Maar", señala Malén Gual, conservadora del Museu Picasso de Barcelona y colaboradora en la exposición de París.

‘La Suplicante’

El reflejo de los peligros que acechan a Europa y el funesto desenlace de la guerra española es patente en la magnífica serie 'Las Mujeres que lloran', realizada entre junio y diciembre de 1937, que se cierra con 'La Suplicante', obra que evoca el bombardeo de un colegio de Lleida el 2 de noviembre.

Las 12 salas que ocupa la exposición reviven el potente impacto que el 'Guernica' ha tenido y sigue teniendo en la historia del arte 81 años después de su creación. 'El grito número 7' de Antonio Saura (1959)  y 'La Visita' del Equipo Crónica (1969) procedente de una colección privada se mezclan con autores contemporáneos como Robert Longo, Damien Deroubaix y Tatjana Doll.  

"Aunque se creó a partir de un acontecimiento real, es una obra que encuentra eco en la actualidad y que, lamentablemente, lo encontrará en el futuro porque no deja de reavivar su poder político", resume Géraldine Mercier. 'Guernica' estará abierta hasta el próximo 29 de julio.