¿Qué narices es eso de la 'grit lit'?

La literatura americana protagonizada por la capa social más lumpen se hace un hueco en las librerías españolas

Un fotograma de la película 'Winter's bone' basado en  la novela de Daniel Woodrell.

Un fotograma de la película 'Winter's bone' basado en la novela de Daniel Woodrell. / .44235464

Kiko Amat

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¿Qué es? 

Es un género literario. También lo llaman 'hillbilly noir', 'country noir' o 'rural noir'. Hace un par de décadas lo hubiesen llamado realismo sucio. Es literatura 'redneck', mayormente sureña.

¿Andaluza?

No, hombre. Del Sur de los Estados Unidos, aunque no siempre. Puede venir de Michigan, como Bonnie Jo Campbell, o de las Ozarks, como Daniel Woodrell. La cosa es que sea 'redneck', blanca, pobre, muy de pueblo y lleve algún tipo de trama semi-criminal.

¿De qué va? 

Algunos la definen como gótico sureño de speed. Es una literatura dura y firme y proletaria, donde el lugar lo es todo, van mal dadas para todo el mundo y las cosas se llevan a su lógica consecuencia (generalmente calamitosa). Hay una sensación de predestinación terrible en las historias de 'grit lit'. Un ambiente volátil, como cuando está a punto de estallar una pelea.

¿A qué huele? 

A puñetazos en el barro bajo una tormenta de verano. A piel de animal salvaje dejada a secar. A un alambique herrumbroso que fabrica 'moonshine' (alcohol ilegal) en un claro del bosque. A caravanas al sol, trailer parks, grúas abandonadas y pesca con dinamita. Huesos rotos y oxicodona. Dientes podridos y laboratorios de meta. Padres borrachos, novios ultraviolentos, hijos atontados. Un deporte bizarro (relacionado con las serpientes, tal vez). Un padre que enseña a disparar a su hija. Tullidos, cojos, tuertos y mancos. Bocatas de chóped y cerveza marca blanca. El malo del pueblo sale de la cárcel y vuelve para reclamar lo suyo. Un incesto, una violación. Calles sin asfaltar, tíos que buscan problemas porque sí. Un bar a la salida del villorrio, tres camioneros barbudos en la barra, bebiendo en silencio. Petos, ponchos de lluvia y ARMAS. Un montón de ellas.

Suena delicioso. ¿Quién inventó eso? 

Algunos trazan su origen en el 'Santuario' de William Faulkner, su obra más oscura. Otros hablan del noir sucio de Jim Thompson, el fatalismo hipertenso de Cormac McCarthy o las machadas fluviales de James Dickey. En todo caso, está aquí para quedarse.

Un club con muchos escritores, asumo. 

Bastantes. Una lista de favoritos personales incluye a Harry Crews, Larry Brown, Donald Ray Pollock, Mark Richard, Tom Franklin, Alan Heathcock, Daniel Woodrell (cuyo 'Winter’s Bone' se adaptó al cine y obtuvo cuatro nominaciones al Oscar), Peter Farris y Frank Bill.

Un momento. Exceptuando los tres últimos, todos los demás han sido traducidos en España por la misma editorial. 

Sí. Dirty Works, una editorial madrileña, bautizada así por el libro homónimo de Larry Brown. Son muy fans del género, llevándolo incluso al terreno del aspecto personal de los editores (parecen 'roadies' de Lynyrd Skynyrd). Aducen que fundaron la editorial “para no matar a nadie”, pero en realidad son encantadores.

Veo muchos machos juntos en esta lista. 

La verdad es que el grit lit es mayormente masculino, qué le vamos a hacer. Pero tiene a Bonnie Jo Campbell como ilustre representante femenina.

¿Y vende, esto de la 'grit lit'? 

En nuestro país, no mucho. Cada libro de Dirty Works tiene un millar y pico de selectos lectores. Pero va calando poco a poco.

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