antológica

Miserachs, en color y en blanco y negro

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zentauroepp42522756 icult xavier miserachs paris mayo 1968180315203603 / XAVIER MISERACHS

Natàlia Farré

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Todo Miserachs. Y el otro Miserachs. Del más conocido, el fotógrafo de la Barcelona y la Costa Brava de los 50 y 60 inmortalizadas en los míticos 'Barcelona, blanco y negro' y 'Costa Brava Show', al más desconocido, el que se dedicó a la fotografía en color. Sin olvidar su trabajo como fotoperiodista para la revista 'Triunfo' o sus colaboraciones en el campo de la publicidad y la moda. Ni su etapa más 'amateur' de bodas, bautizos y comuniones para los amigos. Esto y mucho más, todo, reúne la esperada antológica dedicada a esta figura clave de la fotografía española, personaje que junto a otros nombres tan reconocidos como Ramon Masats, Ricard Terré, Oriol Maspons, Leopoldo Pomés, Joan Colom, y Toni Catany revolucionaron el género en la segunda mitad del siglo XX. Fue el miembro más joven de este colectivo que recuperó la creatividad y la innovación que se había perdido con la guerra civil. La muestra, que lleva por título 'Epíleg imprevist', lucirá en La Pedrera hasta el 15 de  julio.

Es una exposición  ortodoxa "limpia, ligera, sencilla", apunta la comisaria Laura Terré, que presenta las obras sin paspartú ni cristal, una obsesión de Xavier Miserachs (1937-1998) que mantiene la muestra para que "el espectador pueda gozar de cada imagen". Son 154 "buenas fotografías" en el sentido de lo que entendía por buena Miserachs: "Aquella fotografía que pellizca el alma del espectador igual que la realidad pellizca el alma del autor y le motiva a hacer la fotografía", revela la comisaria. Y son 154 fotografías que muestran también aquellos trabajos de los que la historiografía ha prescindido: los realizados en color. Un olvido que Miserachs lamentaba y que Terré corrige. Es la primera vez que se exhiben 75 de estas imágenes. En la última antológica del autor, en 1992, se expusieron 10 de ellas. Antes y después, nada hasta la fecha.

La entrada a la muestra lo deja claro. Un inmenso panel con diapositivas de moda a todo color da la bienvenida para luego presentar la fotografía que motivó su afición y que con 17 años le granjeó el premio de honor del primer concurso de la Agrupació Forogràfica de Catalunya. No tardó mucho más, tenía 25 años, en publicar 'Barcelona, blanco y negro', el libro de fotografía más importante hasta ese momento. Así que el abandono de la medicina por la cámara se antoja más que acertado. "Un autor con una biografía intensa pero corta, que se dispersa en mucho proyectos y muy variados", asegura Terré.

Respeto por la realidad y la gente

Miserachs a diferencia de algunos de sus compañeros de generación fue muy versátil y tocó muchos palos. Pero no solo eso le diferenció de sus colegas: "Fue un fotógrafo-escritor que explicita su criterio mediante textos". De hecho escribió varios libros y sus memorias 'Fulls de contacte' recibieron el premio Gaziel en 1997. Aunque lo que mejor define su trabajo es el respeto que sentía hacia la realidad y la gente. Y también su alegría y sencillez. "Era sencillo en el sentido de que estaba pendiente de las cosas sencillas de la vida pero también era profundo en el sentido de que presentaba lo que veía de una manera que invita a pensar". Sensibilidad, sentido del humor e inteligencia.

El recorrido de la exposición continúa con sus fotografías más icónicas en blanco y negro y algunas de inéditas que Terré ha recuperado de los contactos de Miserachs. Entre ellas imágenes de fiestas familiares de amigos o conocidos. No se han seleccionado al azar sino que casi lo ha hecho el propio autor ya que cuando le gustaba una imagen la marcaba con un círculo rojo e incluso la reencuadraba, y estas son las que la comisaria ha escogido. Hay espacio también para sus reportajes para la revista 'Triunfo', como los realizados en París en Mayo del 68 o en la Primavera de Praga. Fue entonces cuando empezó a utilizar el color. Fue casi una exigencia. Y ya no lo abandonó. En color hizo los encargos de moda, los encargos institucionales y los encargos editoriales. Estos últimos le permitieron viajar por todo el mundo y cierran la exposición.