Esperando el otoño en Nueva York

It's autumn in New York...

Aún no. Faltan, apenas, unas horas. Me gusta el otoño. Y aquí, lejos de casa, me dispongo a recibirlo a mi manera: andando por la Quinta Avenida mientras escucho esta canción en la voz deBillie Holiday.

It's autumn in New York, the gleaming rooftops at sundown...

Camino, miro alrededor y respiro profundamente: la luz es ya de otoño, el aire huele a otoño y hasta la señora del gorrito verde que sonríe al cruzarse conmigo luce mirada, cabellos y andares de otoño.

It's autumn en New York, it lifts you up when you run down...

De entre los muchos espectáculos que ofrece esta ciudad en plena calle, he ido a darme de bruces con lo que a primera vista parece una acampada de indignados (sillas dispersas, sacos de dormir, restos de comida, gente que dormita, otros que se desperezan, y muchos que discuten y desayunan en corro), pero que en realidad no es sino una larga cola en pos del objeto más deseado esta mañana de septiembre: el iPhone 5. Hoy sale a la venta el último juguete de Apple y los devotos lo aprovechan para hacer pública demostración de su idolatría frente al templo de cristal (Apple Store) que domina esta zona, en abierto contraste con la arquitectura del Hotel Plaza y el oro purpurina de la entrada a Central Park.

No tengo intención de hacerme con el iPhone esta mañana, pero me sumo a la cola, divertido y curioso, con el único propósito de conversar y ver lo que se cuece en la espera. Me entero de que los primeros en lograr el nuevo modelo a las ocho en punto de la mañana, han pasado tres días (y noches) a la intemperie. Cuesta creer que pudiendo comprarlo cómodamenteon line,haya quien prefiera la incomodidadin line. Cazando de aquí y de allá, concluyo que el verdadero motivo de la acampada no es tanto la codicia del objeto como el de la camaradería con el otro que comparte la pasión por Apple, y la ocasión de sentirse protagonista: «Yo estuve allí y fui de los primeros»

It's autumn in New York, it's good to live it again...

Hoy tengo la posibilidad de doble ración de teatro. Decido ver, a primera hora,The book of mormon, el musical que es la sensación de Broadway. Me acerco al teatro y me sumo a la larga cola en espera de una devolución. Es la única forma de lograr una entrada. Miro a derecha e izquierda y me reconozco entre mis iguales: hablo de teatro con un señor de Michigan, de música con una pareja de recién casados de Ohio y de libros con dos turistas de Úbeda. Y entiendo mejor a los de la cola del IPhone.

It's autumn in New York, it's making me feel I'm home...