GRAN CITA METÁLICA EN CAN ZAM

Roger Glover: "Aún queremos impresionar a la gente"

Deep Purple actúa el sábado en el Rock Fest Barcelona en su gira 'The long goodbye' presentando un nuevo disco, 'Infinite'

5. Deep Purple (1 de julio).Rock Fest Barcelona.6. Txarango (24 de junio, 1 de julio y 21 de julio). Clownia, Canet Rock y Sons del Món.7. Wilco (7 de julio). Festival de Cap Roig.8. Pet Shop Boys (8 de julio). Festival Cruïlla.

5. Deep Purple (1 de julio).Rock Fest Barcelona.6. Txarango (24 de junio, 1 de julio y 21 de julio). Clownia, Canet Rock y Sons del Món.7. Wilco (7 de julio). Festival de Cap Roig.8. Pet Shop Boys (8 de julio). Festival Cruïlla. / EL PERIÓDICO

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Una de las grandes atracciones de la cuarta edición del Rock Fest Barcelona, en el parque de Can Zam (Santa Coloma de Gramenet) es Deep Purple, banda que, a caballo de los años 60 y 70, contribuyó a definir el hard rock y a sentar las bases del heavy metal. Ocho años después de su última visita a Barcelona, los británicos actúan este sábado (21.05 horas) dentro de su 'The long goodbye tour', gira que presagia el principio del fin de su singladura, y presentando un nuevo disco, 'Infinite'. Hablamos con Roger Glover, bajista titular de la formación junto a los también miembros históricos Ian Gillan (voz) e Ian Paice (batería) y a los fichajes modernos Steve Morse (guitarra) y Don Airey (teclados).

'Infinite' ha alcanzado el Top 10 de ventas en el Reino Unido, algo que no ocurría con un disco de Deep Purple desde 'The house of blue light', en 1987. ¿Le ha sorprendido? A mí me sorprende todo constantemente (ríe). El truco consiste en no esperar nada de las cosas. Así nada te decepciona.

¿Pero tiene alguna explicación? No lo sé, la verdad. La compañía ha hecho una campaña estupenda y creo que la asociación de Deep Purple con el productor, Bob Ezrin, ha sido positiva. Y la portada es fantástica. El disco anterior, 'Now what?!' (2013), fue un espaldarazo a nuestra carrera y esta es la continuación.

¿Con ese título, unido al de la gira, 'The long goodbye tour’' nos están diciendo que las personas tenemos un final pero que la música de Deep Purple vivirá para siempre? Pues… ¡sí! (ríe) Es decir, el título representa lo que cada uno quiera interpretar. No fue una propuesta nuestra, sino que lo sugirió la discográfica. Es una idea simple, simbólica, asociada al signo de infinito. Si a usted le sugiere eso, por mí bien, adelante.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":null,"position":null,"text":"\"Como compositores, estamos orgullosos de no ser una parodia de nuestro pasado y de ir hacia adelante\""}}Es su segundo disco con Bob Ezrin, productor vinculado a álbumes del calibre de 'The wall' (Pink Floyd), 'Berlin' (Lou Reed) o todos los clásicos de Alice Cooper. ¿Cuál diría que ha sido su principal contribución a Deep Purple? Es un productor enorme. Nunca había trabajado con él y en nuestro primer encuentro, antes de 'Now what?', nos dijo cosas interesantes y astutas. Nos leyó el pensamiento. Nos hemos hecho grandes amigos y él disfruta trabajando con nosotros tanto como nosotros con  él. Al terminar 'Now what?!' nos preguntó: "¿Cuándo haremos el siguiente?". Escribir, grabar, aprender, pensar, arreglar y volver a arreglar… Todo ha sido igual de fácil con él. Tiene mucha energía y es muy inspirador. Y como compositores, estamos orgullosos de no ser una parodia de nuestro pasado, de ir hacia delante. No tratamos de competir con el pasado, sino de ser todo lo buenos que podamos en este momento.

¿Cuando hacen un disco a estas alturas, piensan "hay que hacer un disco que suene a Deep Purple", en lugar de moverse a otros territorios? ¡Nos movemos todo el tiempo hacia otros territorios! No planeamos las cosas. No decimos: "haremos un álbum que suene así o asá". Nunca lo hemos hecho. Todo lo que hacemos es juntarnos y pasarlo bien, todo sale de ahí, de la música. No hay una premeditación. Trabajamos con las manos y con el instinto.

Se lo pregunto porque cuando usted ha hecho discos en solitario se ha apartado frecuentemente del hard rock, al igual que, a lo largo de los años, Ian Gillan o el ya fallecido Jon Lord. Es como si nos dijeran que tienen otras inquietudes pero que Deep Purple debe sonar a Deep Purple. No pienso mucho en eso, para ser sincero. Como banda seguimos evolucionando: ahora no hacemos canciones como las que hicimos hace 20 años, como 'A touch away' o 'Loosen my strings'. Cambiamos todo el tiempo. Una buena idea es una buena idea y nos decimos: "¡aprovéchala, pruébalo todo!". Los miembros de Deep Purple pueden tocar rock, jazz, música de 'big band'… Cualquier cosa. Hay mucho nivel musical en la banda. ¿Nos centramos en el hard rock? Sí, pero eso no excluye nada. Una canción de Deep Purple será aquello que toquemos.

¿Se ha convertido 'Roadhouse blues', de The Doors, que han incluido en 'Infinite', en una canción de Deep Purple? Es de The Doors, aunque ahora ya es de mucha otra gente. The Doors aparecieron a mediados de los 60, y en aquella época yo era un veinteañero, me encantaba la música y esa banda era parte de lo que estaba en el ambiente. Pero hemos elegido la canción porque nos hemos divertido con ella, eso es todo. Hay quien ha buscado mensajes ocultos, porque la canción dice: “el futuro es incierto / y el fin siempre es cercano…" Pero es una coincidencia. No hay nada detrás. La grabamos en una toma, en directo, como en el escenario.

Usted comenzó en la música a mediados de los 60 con Episode Six, grupo que tuvo a Ian Gillan como cantante. En 1969, ambos entraron en Deep Purple sustituyendo a los efímeros miembros originales Nick Simper y Rod Evans. ¿Cómo recuerda aquel Deep Purple todavía en construcción? Es una larga historia y ya no la recuerdo muy bien. Ahora estoy escribiendo un libro y tratando de contarlo todo. Ian Gillan y yo hemos estado compartiendo bandas desde 1965. En 1969, Ritchie (Blackmore) llamó a Mick Underwood, nuestro batería en Episode Six, porque buscaba a un cantante y quizá también a un bajista. Ahí comenzó la conexión. Nos citamos en el estudio, donde grabamos 'Hallelujah'. Si escucha esa grabación, ahí hay un bajista que no formaba parte todavía de la banda, y que era yo. Fue después de esa sesión cuando Jon (Lord) me ofreció si quería entrar en Deep Purple. Aquello cambió mi vida.

El primer álbum en el que trabajó fue 'Concerto for group and orchestra' (1969), que era más bien un proyecto de Jon Lord. Sí, lo era.

Y luego vino 'Deep Purple in rock' (1970), con 'Speed king', 'Child in time'... Todo lo que ha sido el grupo a lo largo de su historia, ¿viene de ese disco? Sí, se puede decir así. Ahí nos encontramos a nosotros mismos. Purple era al principio una banda que hacía grandes versiones de canciones de otros, y en 'Deep Purple in rock' compusimos todo el material. Ahí se estableció el que iba a ser el sonido del grupo.

Aunque el favorito de Ian Gillan siempre ha sido 'Fireball'. Sí, así es. Cada cual tiene su gusto personal.

Uno de los discos más originales de toda la llamada 'saga Purple' es 'The butterfly ball' (1974), que usted compuso y produjo; un cuento infantil en el que contó con voces como Ronnie James Dio y David Coverdale. Ahora se reedita. Me siento muy orgulloso de ese disco. En aquel momento no estaba muy feliz con la mezcla, es obviamente muy setentera. Ese trabajo me dio una oportunidad de desarrollarme como compositor. Porque yo toco el bajo, soy productor, etcétera, pero la composición siempre ha sido mi gran amor. Fue un proyecto fascinante y me tomó seis meses de trabajo.

Visto ahora, parece una extravagancia típica de los años 70, con muchos colaboradores y mucho presupuesto. Pero ahora sería más fácil de hacer gracias a la tecnología. Porque aquello fue muy laborioso. Quería que cada cara del álbum consistiera en una pieza de música sin interrupciones, y que cada canción condujera a la siguiente, y dediqué mucho tiempo a retocar, corregir errores y trabajar para que todo encajara. Ahora sería más sencillo.

En los 70, Deep Purple no llegó a actuar en España, y la primera vez que lo vimos por aquí fue tocando con Rainbow, en 1981. ¿Lo recuerda? Recuerdo muy pocas cosas en general (ríe).

Fue sorprendente que Ritchie Blackmore lo fichara para Rainbow en 1979 cuando seis años atrás él había sido responsable de su marcha de Deep Purple. Bueno, ya sabe, el tiempo cambia las cosas, cura las heridas… Para mí fue doloroso dejar Deep Purple en 1973, pero no culpé a Ritchie, le entendí. Le entiendo. En aquel momento me dijo que no era algo personal. Es todo lo que me dijo, y tenía mucho sentido. Y tres o cuatro años después nos encontramos: me puso 'Stargazer', de Rainbow, en el estudio, y me pareció tremenda. Le dije: “¡Ritchie, eso es brillante!”. Nunca le he guardado rencor. Guardar rencor no tiene sentido, es un sentimiento que no tiene nada que ver con la otra persona. Es algo que no hago.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":null,"position":null,"text":"\"Fue doloroso dejar Deep Purple en 1973, pero no culp\u00e9 a Ritchie [Blackmore]. Nunca le he guardado rencor. Guardar rencor no tiene sentido\""}}¿Ha escuchado a la nueva versión de Rainbow, con el cantante del grupo español Lords of Black, Ronnie Romero? Oh, querido… No voy a decir lo que pienso. Como fan de Ritchie, seré feliz si a él le va bien.

Bien, volviendo al presente de Deep Purple, van a actuar en el Rock Fest Barcelona, rodeado de bandas de hard rock y metal. ¿Es su paisaje natural? Bueno, nosotros no somos tan duros como muchas de esas bandas, somos más melódicos, aun siendo hard, pero no me siento fuera de lugar. No creo que debamos ponernos a prueba para ser como ellos. Somos quienes somos, y ahí se acaba la historia. En un festival no tocas ante tu propio público sino ante una audiencia más amplia. Es un desafío. ¿Aún queremos impresionar a la gente? ¡Por supuesto! Ahí tenemos la oportunidad de tocar ante público que no nos ha visto nunca y se nos acoge muy bien.

¿Es complicado hacer un repertorio con tanto material a sus espaldas? Es más doloroso para otra gente, no para nosotros, me parece (ríe).

La gira se titula 'The long goodbye'. Ese "largo adiós", ¿qué significa? Primero, que los miembros del grupo estamos rondando los 70 y comenzamos a ser conscientes de que el final se acerca. No sabemos cuándo llegará, pero es así. Yo no quiero terminar, deseo seguir tanto como sea posible, y a todos nos encanta lo que hacemos. Por otra parte, decir "esta es la última gira" y "este es el último concierto" es demasiado fuerte. No podemos decirlo por ahora.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":null,"position":null,"text":"\"Los miembros del grupo estamos rondando los 70 y comenzamos a ser conscientes de que el final se acerca\""}}Deep Purple se caracteriza por su intensa actividad en directo y en todo el mundo: han encontrado grandes audiencias en Rusia y Europa oriental, en Asia, Latinoamérica… ¿De dónde viene la motivación para esa vida en la carretera? Es nuestra elección. Puedes decidir llevar otra vida: levantarte por la mañana, ir a la oficina, tomarte una pausa para comer, volver al trabajo, ver luego a tus hijos en casa, llevarlos a la cama, planearte tus semanas de vacaciones en verano.., y así año tras año, década tras década. Puedes hacer eso o bien dedicarte a tocar ante miles de personas en todo el mundo y hacer que cada día sea una aventura. Tú eliges.

¿Imagina más discos de Deep Purple en el futuro? Sí, puedo imaginármelos. Lo pasamos muy bien en el estudio y me encantaría hacer otro disco. Pero nadie sabe lo que está por venir.