La verdad de Nicola di Bari

El cantante y compositor italiano reaparece para recuperar sus clásicos románticos en el Auditori

Nicola di Bari, en una imagen promocional.

Nicola di Bari, en una imagen promocional. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Visitante ocasional de nuestros platós televisivos, Nicola di Bari subirá este miércoles a un escenario, el del Auditori (21.00  horas), acogido por el Festival del Mil·lenni, cargando con su repertorio de clásicos sentimentales de la canción italiana. Piezas que, a su juicio, expresan toda una actitud vital, “una identidad latina, con una parte romántica, que no podemos cambiar solo por tratar de gustar a los otros”, explica a este diario por vía telefónica.

Habla un castellano un poco tambaleante, fruto, sobre todo, de sus viajes a países latinoamericanos como Colombia, donde le acogen con fervor, se dirige al entrevistador con un cálido “querido” y presume de ser un exponente de “una época en que la canción italiana dio la vuelta al mundo”. Un período que sitúa “entre 1960 y 1973 o 1974”, y que comprende sus múltiples participaciones en San Remo. “No es que el festival fuera importante para mí, ¡fue importantísimo! Nunca había imaginado ganarlo porque en aquella época era muy difícil, había una competencia tremenda, con voces italianas de nivel mundial”, explica. En aquellos años tomaron parte en la muestra figuras como Ornella Vanoni, Adriano Celentano, Milva, Iva Zanicchi y Lucio Dalla, entre otras muchas.

Di Bari, cuyo nombre real es Michele Scommegna, ganó San Remo en dos ocasiones: en 1971, con ‘I cuore è uno zingaro’ (‘Corazón gitano’ en su versión castellana) y un año después, con ‘I giorni dell’arcobaleno’ (‘Los días del arco iris’). Esta última le llevó a Eurovisión, edición que ganó la griega Vicky Leandros por Luxemburgo. “Pero la canción tuvo un gran éxito en toda Europa. No recuerdo gran cosa del festival y no me gusta mucho hablar de otros artistas”, se excusa cordialmente.

En esa pieza, que incluía la controvertida frase “giacesti bambina, ti alzasti già donna” (“te acostaste niña, te levantaste mujer”), daba “un consejo a las chicas muy jóvenes, de 13 o 14, años, que a veces se colocan en situaciones embarazosas”, explica. Su mensaje es que “cada cosa tiene su época y a esa edad es mejor que estén cerca de sus padres y no vendan su belleza”. ¿Una réplica a aquel ‘Non ho l’età’, de Cigliola Cinquetti? Di Bari ríe. “La idea sería la misma, pero dicha de otra manera”.

CONTRA LOS CAMBIOS

Italiano del sur, de la región de Puglia, pero afincado en Milán en su juventud, sigue viéndose reflejado en su éxito tardío ‘Sai che bevo, sai che fumo’ (‘Sé que bebo, sé que fumo’), de 1975. “Me gusta el buen vino, la buena comida, fumarme un cigarrillo... Esa es mi verdad”, asegura el cantante y compositor, de 75 años, en alusión al título de su nuevo trabajo, ‘La mia verità’, publicado en el 2014 tras un silencio discográfico de 13 años.

Una obra en la que luce una voz más rugosa frente a un repertorio que funde piezas de estreno y algunos de sus clásicos con nuevos arreglos. “Es un reflejo de cómo soy ahora como artista, como padre, como todo”, estima. Con una producción adulta, sobria, sin cambios de fondo. “De ninguna manera. Mi estilo sigue siendo el mismo. Yo no cambio nada, ¡por favor! El artista que cambia... No quiero juzgar a nadie, pero el artista tiene su identidad, y la mía difícilmente se encuentra”, señala Di Bari, admirador de Sinatra, Aznavour, los Beatles y Serrat. “Además de gran artista, un gran poeta”, elogia Di Bari, que cantará en Barcelona tras una larga ausencia (en el 2000 se le pudo ver en una tanda de recitales en Up & Down). “Sinceramente, estoy muy emocionado. Esta gira me ha hecho sentir como un niño”, confiesa.