Monica Bellucci: "Sigo siendo una ingenua niña de pueblo"

La actriz italiana presenta en San Sebastián 'On the milky road', de Emir Kusturica

Monica Bellucci en San Sebastián.

Monica Bellucci en San Sebastián. / periodico

NANDO SALVÁ / SAN SEBASTIÁN

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Monica Bellucci es una entrevistada peculiar. A diferencia de otras actrices, la italiana no solo no esquiva las cuestiones relacionadas con el cuerpo o la belleza, sino que es precisamente hablando de esos asuntos que demuestra sentirse más cómoda. Bellucci ha visitado hoy el Festival de San Sebastián para presentar 'On the Milky Road', surrealista romance ambientado en la guerra de los Balcanes que ha rodado junto a Emir Kusturica.

¿Diría que 'On the Milky Road' es una película de amor o una película de guerra? Lo que la hace especial es que es ambas cosas. Por un lado es una historia sobre la guerra pero no es un relato político, porque podría tener lugar en cualquier lugar y en cualquier época. Por otro lado es una historia de amor maduro, cuyos protagonistas ya lo han visto todo en la vida y no tienen nada que perder. En ese sentido, demuestra que el amor y la sensualidad dependen únicamente de la energía que se invierta en ellos, no de la edad.

El rodaje de la película se prolongó durante más de tres años. ¿Eso no es demasiado? No creo que me embarque en una aventura así nunca más. Pero trabajar con Emir Kusturica siempre merece la pena. Porque el guion cambia constantemente durante el rodaje en función de lo que él sienta cada mañana, y eso hace que sientas un miedo muy edificante. Y siempre le estaré agradecida por haberme dado un personaje tan dulce y maternal y femenino pero también tan capaz de actos extremos. Mientras la interpretaba me sentí como una auténtica loba.

En la película, su personaje dice: "la belleza, como la bondad, saca lo peor de la gente". ¿Está de acuerdo? Sin duda. La belleza es un arma de doble filo; depende de cómo sea entendida puede generar las reacciones más tiernas o las más brutales. A lo largo de mi vida no siempre me ha resultado fácil lidiar con la violencia que mi belleza en ocasiones ha generado. Sin embargo, considero que para mí ha sido más un regalo que una maldición, sería muy hipócrita de opinar lo contrario. En el peor de los casos, como siempre digo, quien reniegue de su propia belleza solo tiene que tener un poco de paciencia: se pasa rápido.

Hace solo unas semanas la revista 'Paris-Match' publicó unas fotos en las que usted aparece desnuda y que han dado mucho de qué hablar. ¿Fue su intención? No, no las hice para provocar. Pero no le temo a la controversia. Nunca he tenido reparo a la hora de desnudarme, y no creo que sea para tanto. Por fortuna sigo encantada con mi cuerpo a pesar de que el tiempo esté haciendo mella sobre él, y siento que fotos como esas pueden ayudar a muchas mujeres a darse cuenta de que incluso después de cumplir los 50 podemos sentirnos sensuales y fabulosas, porque eso está en la mente.

'On the Milky Road' adopta un enfoque casi de cuento de hadas para hablar de la guerra. ¿En qué medida cree que la fantasía es esencial para lidiar con la realidad? Sin fantasía es imposible sobrevivir, porque es lo que nos mantiene en contacto con el niño que llevamos dentro. En mi interior yo sigo siendo una ingenua niña de pueblo, sigo entusiasmándome como una chiquilla y sintiendo un deseo y una pasión que la sociedad quizá considere impropios de mi edad. Aunque por supuesto vivo esos sentimientos de otra manera.

¿En qué ha cambiado su forma de experimentarlos? Ahora es menos física, menos animal. Con el tiempo una se da cuenta de que el intelecto es la herramienta de seducción y de placer más potente que existe. Y es bueno que la industria también se esté dando cada vez más cuenta de ello. Afortunadamente ha habido un cambio en el modo en el que los directores en general ven a la mujer madura. Hasta hace poco, no importa lo sexy o hermosa que fueras, a los 40 dejabas de existir. Por fortuna ya no es así.