Miki Esparbé: "Jamás hipotecaría la casa de mis padres para hacer cine"

Actor de teatro, televisión y cine, Miki Esparbé (Barcelona, 1983) se ha convertido en un incondicional de las pantallas. Con 'El rei borni'  todavía en cartel, ha estrenado este fin de semana 'Rumbos', producción catalana dirigida por la realizadora murciana Manuela Burló (le ha costado ocho años sacarla adelante), que utiliza el recurso de las vidas cruzadas (y la voz en 'off' de Julia Otero) para narrar una historia coral de amores y desamores. 

'El rei borni', 'Rumbos', en breve estrenará 'Cuerpo de élite', y en septiembre rodará la comedia romántica 'Las leyes de la termodinámica’ a las órdenes de Mateo Gil. ¿Es el chico de moda? No me gusta esa expresión porque implica que, tarde o temprano, dejaré de estar de moda y dejaré de trabajar. Y no quiero. Cierto es que en los dos últimos años han contado mucho conmigo.

¿Ha llegado ese momento en que dice que no a algún proyecto? Sí.

¿Por qué? A ver, tampoco es que me sobren los proyectos. Pero sí que parto de una serie de criterios a la hora de escoger mis papeles. Siempre busco que un personaje viaje de un punto A para llegar al B.

En 'Rumbos' comparte escenas con Pilar López de Ayala, que ha confesado que tuvo que emigrar porque en España no tenía trabajo. Ya… Nuestra experiencia ha sido chula e intensa. Fueron dos días de rodaje y nos entendimos muy bien.

La película habla de lo difícil que es que una relación salga a flote. ¿Hay algo más complicado que el amor? Seguro que sí, pero el amor nos toca a todos: ricos, pobres, altos, bajos… Es muy democrático. Quien más y quien menos seguro que empatiza con alguna de las seis historias que se cuentan en 'Rumbos'.

En esta película no ha sido productor, como lo fue en 'El rei borni'. ¿Han ganado dinero? ¿Se gana dinero con el cine 'low cost'? Creo que no (risas). Ganar, no hemos ganado. Pero estamos contentos. Salimos con pocas copias y, afortunadamente, la película aguanta. Ya lleva cuatro semanas en cines. No nos quejamos. Nos está yendo bien, tanto en crítica como en público.

En 'Cuerpo de élite', otra comedia que sigue explotando los tópicos regionales esta vez con los diversos cuerpos policiales de toda España, no hará de mosso sino de agente de movilidad madrileño. Usted no tiene acento. Eso dicen, aunque a veces me salen catalanadas.

¿Qué le aportan sus estudios universitarios a la hora de meterse en un personaje? Humanidades es un bagaje cultural que se queda para siempre. Especialmente te sirve para los personajes históricos.

Madre profesora, padre pintor, y hermanas que se dedican al sector editorial. ¿En su casa se habla de otra cosa que no sea cultura? Es algo que siempre ha estado ahí. De hecho, yo a los 18 años quería estudiar interpretación, pero mis padres me dijeron que ya tendría tiempo. Y me metí en una carrera más convencional, Humanidades, que era la carrera de una de mis hermanas.  No la cogí por salida profesional, pero sí quería algo que me aportara, que me enriqueciera. Disfruté la carrera mucho, pero no era mi vocación. Vocación es lo que estoy haciendo ahora.

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Ha escrito y dirigido dos cortos. El primero lo realicé con el móvil para un concurso y con el dinero que gané hice el segundo. Escribí y dirigí ambos.

¿Para cuándo el largo? Me suena a chino, me queda lejos. Un largo se tiene que cocer a fuego lento y darle tiempo. ¿Haré más cortos? Pues cuando tenga cosas que contar. Igual sí que me apetece dirigir y protagonizar. Bueno, en toco caso, codirigiría. Por ejemplo, con Paco Caballero, con quien escribí un libro.

¿También ha escrito un libro? Una novela gráfica. Se llama 'Soy tu príncipe azul pero eres daltónica'. Hace ya tres años. Hicimos un vídeo para promocionarlo y tuvimos más de dos millones de visitas.

¿Qué le pide al Gobierno que salga de las elecciones, si es que sale? Que se fije en el apoyo a la cultura que se da en otros países, como Francia. Quizá no tanto, pero, hombre, que nos lo pongan un poco más fácil. He estado en producciones que se han sacado adelante porque el productor o el director se ha liado la manta a la cabeza y han vendido el coche o hipotecado su casa. Las cosas no tienen que ser así.

¿Usted hipotecaría su casa o lo de sus padres para hacer una película? No. La de mis padres jamás. Pero entiendo la desesperación cuando es un proyecto propio y te va la vida en ello.

¿Dónde está viendo ahora, en Madrid o en Barcelona? Más en Barcelona, pero medio-medio.

Empieza usted a ser omnipresente en las pantallas. ¿En Barcelona la gente le para por la calle? Puedo andar tranquilo, que no me conoce nadie. O si me conoce no me lo dicen. Y si alguien me dice algo siempre es en tono muy amable.