LA GRAN CITA DEL CINE FANTÁSTICO DE CATALUNYA

'The invocation of Enver Simaku': un expediente X en Albania

Marcó Lledó Escartín presenta en Sitges su ópera prima, sorprendente combinación de posesiones diabólicas y parábola político-religiosa ambientada en el hermético país balcánico

De izquierda a derecha, Julien Blaschke, Marco Escartín Lledó y Mariana Talpalaru, en la presentación de 'The invocation of Enver Simaku' en Sitges

De izquierda a derecha, Julien Blaschke, Marco Escartín Lledó y Mariana Talpalaru, en la presentación de 'The invocation of Enver Simaku' en Sitges / periodico

Julián García

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Durante la dictadura comunista de Enver Hoxha, la religión estuvo prohibida hasta el extremo de que el artículo 37 de su Constitución de 1976 establecía que el Estado debía encargarse de "fomentar el ateísmo en la población". Para tal fin, el régimen albanés creó una misteriosa brigada policial contraparanormal destinada a investigar y combatir la práctica de cualquier rito religioso o de invocación a los muertos, bajo pena de cárcel, aislamiento o deportación. La existencia de esta unidad de combate contra el más allá está en la base de la ópera prima de Marco Lledó Escartín (Alicante, 1984), 'The invocation of Enver Simaku', sorprendente combinación de posesiones diabólicas y parábola político-religiosa ambientada en Albania, paradigma de lo hermético y lo enigmático.

El filme, presentado este lunes en Sitges en la sección Noves Visions, relata la investigación de un periodista (Julien Blaschke), cuya mujer murió, 20 años atrás, víctima del ataque de un hombre perturbado o, quizá poseído por una pavorosa entidad sobrenatural de nombre 'kukuth'. Las pesquisas de este expediente X a la albanesa, rodadas a modo de falso documental, le adentrarán en los sobrecogedores arcanos de la tradición del país, siempre presentes en su vida espiritual pese a los esfuerzos de Hoxha y su policía de lo sobrenatural. "La película es una mezcla de realidad y de ficción, de género y de política, en la que intento explicar, entre otras cosas, que la fuerza de la espiritualidad es imposible de contener pese a estar enterrada en un búnquer durante 40 años", explica a este diario Lledó, un tipo fascinado con el indescifrable país balcánico desde que, de niño, su padre le explicó que lo había visitado a finales de los años 70, en pleno régimen comunista.

"En mi casa, el comunismo, la política, han estado siempre muy presentes. Mi padre, José Vicente Lledó, venía de la lucha antifranquista, muy activa y radical. Había formado parte del FRAP y del PCE (m-l) y fue a Albania con una delegación en 1979. Solo estuvo un par de meses, pero flipó con el panorama y le cambió por completo su percepción, ya que esperaba encontrar un país modélico comunista", relata el director. Este interés por el país balcánico, más la atenta lectura de ‘El palacio de los sueños’, de Ismail Kadaré, en la que el gran escritor albanés fabulaba sobre un ministerio cuya función sería recoger, estudiar y catalogar los sueños en función de su peligrosidad, le inspiraron para la redacción, en el 2014, del primer guión de lo que acabaría siendo ‘The invocation of Enver Simaku’.

Antes, en el 2006, había realizado su primera visita al país. Estaba de Erasmus en Alemania y se lanzó a la aventura de un viaje en coche por los Balcanes. "Fue llegar a Albania y pensar que me quería ir. ¿Qué hacía yo allí? Pero no me podía ir, porque leías cosas terribles en la Lonely Planet, como que mejor no conducir en coche por la noche porque todavía había asaltantes en las carreteras. Al final me quedé y me enganchó por completo”, rememora.

El 'star system' albanés

El caso es que ocho años después, Lledó estaba de nuevo en Albania buscando ayudas para tirar adelante el proyecto de 'The invocation of Enver Simaku'. "Me invitaron a un festival de cine a través de viejos contactos albaneses de mi padre. ¡Una historia de 'thiller'! Me recibieron con los brazos abiertos". Al año siguiente, volvió al festival como jurado y ahí se puede decir que empezó todo. "En Albania, la película es una conmoción. Lo digo en serio. Piensa que allí se ruedan dos o tres películas al año, y la nuestra cuenta con el 'star system' del país, la flor y nata de su cine”. Lledó no miente. Tinka Kurti, que interpreta a la anciana madre del pobre desgraciado poseído por el 'kukuth', es una institución en el país, pues es la protagonista de la histórica 'Tana' (1958), considerada primera película albanesa de la historia. Y Margarita Xhepa, asegura Lledó, es otro icono, "la belleza por excelencia del país".

La película, de producción 100% española, se rodó en el 2016. "Los interiores son en España, pero todos los exteriores son en Albania", cuenta el director, que quiere destacar el trabajo del montador catalán Sergi Dies en el resultado final. "Es un privilegio haber trabajado con él. Fíjate que es el montador de 'Entre dos aguas', de Isaki Lacuesta, que acaba de ganar la Concha de Oro… Le ha dado una dimensión nueva a todo lo rodado, algo bestial", cuenta Lledó, que se declara "muy seguidor" del cine de Werner Herzog y sus acercamientos siempre marcianos al género documental. "Hasta busqué un actor alemán que relatara la historia en 'off' con inglés con acento parecido al suyo…".

Se refiere al carismático Julien Blaschke, tipo que en los 90 fue un rostro muy popular en la televisión bávara haciendo programas infantiles y musicales, pero que un buen día descubrió que eso no era lo suyo y lo dejó todo. "Se largó a Tenerife a vivir y ahí le conocí", ríe Lledó. En cuanto a la protagonista femenina, la moldava Mariana Talpalaru, se trata de su debut en el cine. "Era la traductora del guión del castellano al inglés, pero enseguida vimos que era una presencia alucinante para una historia, también, alucinante".