Christopher Walken: "Admito que hay muchas películas mías que no he visto"

En sus inicios hizo musicales y era conocido por su instinto cómico, pero después de 'El cazador', por la que recogió el Oscar al mejor secundario en 1979, se convirtió en villano y/o hombre torturado de referencia. Ha hecho más de cien películas y todas, incluso las insalvables, las ha mejorado con su mera intensa presencia. Entrevistamos al Gran Premio Honorífico de Sitges-2016, cuyo ritmo de habla puede ser tan personal en la vida real como en el cine.

¿Recibir esta clase de premios 'a toda una carrera', no asusta un poco? Espero que no signifique que estoy acabado [sonríe]. Es un honor y es una oportunidad para visitar Sitges y regresar a España. Ojalá haga otras cien películas.

Lo conseguirá, usted no para. Todavía rueda tres o cuatro cada año… Nunca se sabe. A veces he hecho tres o cuatro. Este año he estado en una, pero seguramente en diciembre empiece a rodar otra más.

De no actuar, no sabría que hacer, ha dicho. Eso pienso. [Pausa larga.] No tengo otras habilidades. [Pausa larga, y no continúa].

No tiene aficiones. No… [Pausa larga.] Sería cirujano [hace como si se operara el estómago a sí mismo]. ¿Qué podría ser? Quizá astronauta.

Viniendo del baile y la comedia, ¿esperaba convertirse en un tipo duro tan codiciado? No, en realidad no… Pero cuando entré en el cine hice dos papeles de tipo con problemas, en 'Annie Hall' y 'El cazador'. Fue al principio. Y ambas películas fueron vistas por mucha gente. Por lo que empezaron a llamarme para hacer de persona con problemas. Y me quedé con esa imagen.

Pero no mucho después de esas dos películas demostró sus dotes de bailarín en 'Dinero caído del cielo'. Esa es una buena película. Estaban buscando a un actor que supiera bailar. No hay tantos.

En apariencia, aprendió mucho de Robert De Niro en el rodaje de 'El cazador'. Dice que le salvó en alguna escena. De Niro fue una gran influencia durante toda la película. Y Meryl Streep. Cuando trabajas con actores así, te educas. Tuve mucha suerte de estar con esos actores, también con [el director] Michael Cimino… Llevaba trabajando treinta años. Y de golpe, la gente me prestó atención. El negocio es así. De repente, tienes suerte.

Es más conocido como secundario que como actor principal, pero cuenta con grandes papeles protagonistas en su carrera. Como el vidente de 'La zona muerta'. Trajeron a un director muy bueno, David Cronenberg. Y la historia era de Stephen King. Conocí a King después de estrenarse la película y me dijo que había disfrutado viéndola. Ahí trabajé con gran gente.

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También protagonizó 'El rey de Nueva York', pero usted no parece feliz con su actuación ni la película. ¿Por qué? Sí que estoy feliz. Lo que siempre he querido decir es que fue una película muy modesta. Se hizo con poco dinero. Todo se tuvo que hacer muy rápido. No tenían dinero para el vestuario… Rodamos en Nueva York sin permiso... Abel [Ferrara, el director] decía: "Vamos a la calle, salís, hacéis lo vuestro y yo os sigo con la cámara". Hacíamos eso, venía la policía, salíamos corriendo… Así es como se hizo la película. Cuando rodamos en el metro, saltamos diez tipos a la vez dentro de un vagón, cámara incluido. Y nos arrestaron a todos. Por suerte, la escena había quedado bien.

¿Esa escena aparece en el montaje final? Quiero recuperarla. Está ahí. Así hicimos la película.

Incluso en sus papeles más pequeños, siempre trata de aportar alguna complejidad inesperada. No, creo que está en el papel. Por ejemplo, los diálogos de Quentin Tarantino son muy específicos. Todo está en el papel. 

Pero usted presta poca atención, en general, a la puntuación tal y como aparece en el guion. Aporta su propio ritmo. Lo hago, sí. [Pausa larga]. No presto atención a la puntuación. 

Como ha dicho, acumula más de cien películas. ¿Cree que alguna de ellas merece mejor reputación? Hay muchísimas, no sabría decir una. He hecho un montón de buenas películas. Algunas no demasiado vistas. De hecho, admito que hay películas mías que no he visto. Muchas películas. Pero hay actores aún más trabajadores que yo. Conozco a un actor de la India que hace tres o cuatro películas en la misma semana. Se cambia de ropa y se marcha a hacer otra película, a veces en el mismo día.