ESTRENOS DE CINE DE LA SEMANA

Ana Asensio: "Nueva York cuesta, te hace sentir pequeña"

La directora madrileña estrena su premiada ópera prima, 'Most beautiful island', perturbador 'thriller' con carga social rodado en Nueva York e inspirado en su propia vida como inmigrante

Ana Asensio, fotografiada en el último Festival de Sitges, donde presentó 'Most beautiful island'

Ana Asensio, fotografiada en el último Festival de Sitges, donde presentó 'Most beautiful island' / periodico

Julián García

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En el 2001 y con poco más de 23 años, la actriz y modelo madrileña Ana Asensio decidió dejar España e instalarse en Nueva York. De sus experiencias personales, algunas de ellas difíciles, surge su primera película como directora, ‘Most beautiful island’, un perturbador ‘thriller’ con carga social rodado en Estados Unidos en el que Asensio interpreta a Luciana, inmigrante española sin permiso de residencia que recibe una intrigante oferta de trabajo: deberá acudir a una fiesta vestida de forma elegante sin conocer ningún detalle sobre lo que deberá hacer. Este descenso a los infiernos en forma de redentor juego mortal ha llegado este viernes a nuestros cines tras triunfar en el festival South By Southwest (SXSW) de Austin y optar ahora al premio John Cassavetes en los inminentes Independent Spirit Awards. 

¿Cuánto hay de usted en el personaje de Luciana? De entrada, la peripecia por la que pasa ella, es decir, encontrarse en una situación ilegal en el país y ser invitada a trabajar en una fiesta misteriosa sin tener ni idea de lo que se va a encontrar. Gracias a Dios todo está ficcionado por mi imaginación, pero esa situación de angustia, terror y vulnerabilidad extrema por la que pasa Luciana está inspirada en mi experiencia personal y en la de otras chicas que he conocido en situaciones similares.

Su filme habla sobre la inmigración en Estados Unidos, pero sobre un tipo de inmigración, la europea y cualificada, de la que se habla poco en el cine. Así es. Quería abrir la mirada del espectador americano al emigrante, al que se tiene estereotipado, y que descubra que hay otras realidades, la de personas cualificadas que también pasan por situaciones de vulnerabilidad, que no hablan bien el idioma, que no tienen ni familia ni amigos, que quizá no tienen ni papeles. Y que por esa razón se lanzan a oportunidades de trabajo peligrosas, que son más bien simples formas de sobrevivir para poder pagar el alquiler ese día y seguir tirando con su mala vida. 

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Most beautiful island' (2017)

Tráiler de 'Most beautiful island' (2017) / periodico

Es difícil ver la película y no pensar en los extranjeros bajo las políticas hostiles de Trump. La verdad es que escribí el guión en el 2011, bastante antes de la elección de Trump. Pero, en efecto, con Trump todo el mundo es más consciente de la vulnerabilidad cada vez mayor a la que están expuestos los inmigrantes no regularizados.

Usted era muy joven e iniciaba una prometedora carrera de actriz y modelo en España cuando decidió marcharse a Nueva York a probar suerte. ¿Por qué lo hizo? Porque tenía era un deseo de vivir experiencias que sentía que en Madrid no iba a poder vivir. Lo enmascaré con la excusa de ir a estudiar inglés y seguir estudiando arte dramático. Había visto muchas películas y, en fin, pensaba que a mí me iría todo bien.

"He pasado por muchos altibajos. Me quedé sin permiso de residencia. Y he tenido que hacer de todo: de niñera, de repartidora de ‘flyers’, de profesora de español..."

¿Qué recuerda de sus primeros tiempos en Nueva York? ¿Lo pasó mal? Recuerdo especialmente el primer día. Era el 7 de septiembre del 2001. Tenía un número de teléfono de la mujer con la que había acordado el alquiler de una habitación en Harlem por 400 dólares al mes. No tenía móvil ni nada. La llamé desde una cabina y me contestó un hombre. Era su marido. Me dijo que ella había perdido el piso y que se había ido a Colombia. Tuve un ataque de ansiedad. Sentí que me faltaba el aire.

Esto era cuatro días antes de los atentados del 11-S. Fue muy fuerte… Aquel hombre -un hombre muy normal- me ofreció instalarme en su casa mientras encontraba algo y acepté. Supongo que era eso, ¿no? Vivir experiencias… El caso es que pasó el 11-S, bloquearon la zona donde vivía y me vi atrapada con un extraño un montón de días. Cerraron la escuela donde tenía que estudiar y decidí volver a Madrid. Pero solo resistí un mes: regresé a Nueva York en cuanto pude. Algo me llamaba. No sabía bien inglés y nunca me había atraído la mentalidad americana. Aun así sentía un deseo irrefrenable de ir, sabía que algo bueno me esperaba allí.

Visto con perspectiva, parece que su lucha ha valido la pena. Sí, pero he pasado por muchos altibajos. Nueva York es una ciudad con una energía abrumadora que te hace sentir muy pequeña, una sociedad hostil en la que apenas hay tiempo para la amistad o las relaciones. Me ha costado adaptarme. Y para sobrevivir he tenido que hacer de todo: de niñera, de repartidora de ‘flyers’, de profesora de español y de teatro… Aquí casi todos los artistas tienen trabajos paralelos para sobrevivir. La gente se desanima y acaba tirando la toalla porque es muy difícil ganarse la vida como actor, pintor o poeta. Pero al final acabé encontrando mi felicidad. He conseguido convertirme en profesional, he sido madre y, sí, creo que echaré mis raíces en Nueva York.

¿Cuánto tiempo ha dedicado de su vida al proyecto de 'Most beautiful island'? ¡Mucho! Casi demasiado... Empecé a escribir el guión el 2011. Al principio eran 20 páginas. Yo jamás había rodado nada ni escrito un guión, y la gente me decía que eso no daba para un largometraje. Así que estudié escritura y llamé a cientos de puertas. Le explicaba a cualquiera que pasara por la calle que estaba haciendo una película. Conseguí el dinero a través de inversores que jamás habían puesto dinero en cine. Y puse todos mis ahorros. El rodaje duró 21 días y todo el mundo que participó cobró lo mismo: 100 dólares al día para 14 horas de trabajo al día. ¡Poquísimo dinero!

¿Por qué ha rodado con película de super 16 en lugar de en digital? ¿Por qué ha rodado con película de super 16 en lugar de en digital?Por una visión estética. Mi inspiración eran películas de los 70 rodadas en Nueva York como 'Cowboy de medianoche' o 'Taxi driver'. Y esas pelis tienen una textura especial de color, de grano... Además, si rodaba en digital, la película iba a tener un realismo no atractivo, y yo buscaba algo de irrealismo dentro del realismo.

"Es terrible que una mujer tenga miedo a denunciar abusos sexuales por las repercusiones que pudiera tener. Quizá no volver a trabajar nunca"

¿Qué tipo de cine ha tomado como inspiración? ¿Qué tipo de cine ha tomado como inspiración?Me fascinan las películas de John Cassavetes, esa energía en la que incluye improvisación y cámara en mano. Y me encanta la proximidad a los personales y el naturalismo del cine de los hermanos Dardenne. En cuanto al toque de terror y surrealista de mi película, me he inspirado en el Polanski de sus primeras películas y en David Lynch, por descontado.

¿Qué proyectos tiene ahora en la cabeza? ¿Qué proyectos tiene ahora en la cabeza?Estoy trabajando con un guion. Un 'thriller' intimista, también ambientado en Nueva York. Hace un par de meses acabé la primera versión, que presenté a un programa del instituto Sundance. Y me acaban de proponer que participe en un seminario intensivo destinado a tirar adelante proyectos de segunda película. Es increíble tener el apoyo de esta gente, estoy muy ilusionada de que sean mis mentores. Algún día me gustaría poder trabajar en España. Querría dirigir una película centrada en el mundo rural. Es algo que me encantaría.

¿Cómo ha vivido, en cuanto mujer y actriz, las noticias del aluvión de abusos sexuales en Hollywood. Creo que se debería hablar menos de los detalles de las perversiones sexuales, que al final son circunstanciales, que del propio abuso de poder, que siempre ha estado ahí. ¿Por qué esas mujeres no han podido denunciarlo antes? ¿Por qué han tenido que permanecer en silencio? ¿Qué amenazas había detrás? ¿Por qué había tanto miedo? Eso es lo más terrible, que una mujer tenga miedo a denunciar algo por las repercusiones que pudiera tener. Quizá no volver a trabajar nunca. Los acusados son gente con mucho poder. Pero saldrán muchos más escándalos.