LA GRAN CITA DEL CINE FANTÁSTICO DE CATALUNYA

Àlex Monner: "Ser actor es explorarte sin miedo, descubrir lo peor de ti"

El joven actor catalán deslumbra en 'La propera pell', de Isaki Lacuesta e Isa Campos, gran mezcla de drama y 'thriller' forestal proyectada este domingo fuera de concurso en Sitges

Alex Monner

Alex Monner / periodico

JULIÁN GARCÍA / SITGES

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Àlex Monner (Barcelona, 1995) corta amarras con su condición de ídolo 'teen' en 'La propera pell', de Isaki Lacuesta e Isa Campos, presentada este domingo en Sitges dentro de la sección Noves Visions. El actor catalán desata un huracán con su feroz  interpretación de un joven que, después de ocho años desaparecido, regresa a casa y se reencuentra con su madre (Emma Suárez) y su tío (Sergi López). Pero, ¿realmente el chico es quien dice ser? Un rotundo híbrido de drama familiar y 'thriller' forestal que llegará a los cines el viernes 21 en el que Monner, tipo desenvuelto y con ganas de comerse el mundo, como corresponde a su edad, salta a las Grandes Ligas.

Las magníficas críticas que ha recibido 'La propera pell' se hacen extensivas a su trabajo. ¿Qué significa para usted eso teniendo en cuenta sus ilustres compañeros de reparto? Es un gran elogio. El mejor posible. Es gente que sabe mucho. Aprendes algo cada día a su lado. Estar con ellos ha sido como una clase maestra sin tener que pagar. Y estoy muy contento del recibimiento que ha tenido la película. El rodaje fue durillo en la montaña, con un clima complicado. ¡Más que plan de rodaje teníamos plan de meteorología! 

Da la impresión de haberlo dado todo en su interpretación de Leo-Gabriel, de haberse vaciado. Yo lo intento hacer en cada papel, pero es cierto que aquí hacía falta estar a tope, llegar al fondo, hacer bien los deberes; leerse el guión muchas veces, intentar conocer bien al personaje.

Un personaje muy complejo para una película muy compleja sobre la pérdida de la identidad. Sí. Es una especie de 'big fish' que infla historias, que no sabes bien si manipula, miente o es sincero. Isa (Campos) e Isaki (Lacuesta) me dieron tres consignas en el rodaje para acercarme al personaje: fragilidad, seducción y manipulación. Así, con esas tres constantes, es como Leo-Gabriel él ha ido trampeando con la vida y así ha ido sobreviviendo hasta llegar al pueblo y reencontrarse con la que es, o no, su madre.

Una de las cosas más imponentes de 'La propera pell', aparte del paisaje de alta montaña, es su capacidad para mezclar drama e intriga rural. Mezclan muy bien las dos cosas, es verdad. El clima, el frío, la nieve, acompaña muy bien al tipo de situaciones de viven los personajes. Ayer me dijo un tío que la película era muy física. Yo nunca lo habría pensado. Pero sí, tiene razón, los personajes tienen una relación muy de pueblo. En ciudad la gente es más verbal, busca más explicarse a través de la conversación, y aquí hay energías muy fuertes chocando a nivel físico. Esta gente no está acostumbrada a explicarse, lo lleva todo por dentro.

¿Cuánto hay de Alex Monner en su personaje? No se lo podría decir con claridad. Cuando hago mi trabajo desconecto mucho de mí mismo. Si se me da bien este trabajo es porque soy explosivo y sé estar en el momento. Los matices del personaje al final son 'inputs' que recibes del director. Pero la esencia, lo visceral, eres tú, lo buscas en ti. Al final, mi trabajo, ser actor, es explorarte, no tener miedo, encontrar lo peor de ti, descubrirte siendo un manipulador o un hijo de puta que nunca lo serás porque como persona es algo que no quieres.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"\u00c0lex Monner","position":null,"text":"\"Con 'Polseres vermelles' pens\u00e9 que iba morir de \u00e9xito, pero me di cuenta de que cuando eres actor tienes que pagar el precio de la fama\""}}En el 2010 vino a Sitges a presentar 'Herois'. Entonces tenía apenas 15 años. ¿Qué queda hoy en usted de aquel jovencísimo Àlex? No lo sé... Hombre, claro que he cambiado. Pero, no sé cómo explicarlo,en estos seis años la vida me ha cambiado menos de lo que me cambió en el 2009 con respecto a antes. 'Herois', conocer a Pau Freixa, y encontrar la verdad con él y con la peña que luego hicimos 'Polseres vermellas' me cambió la vida.

¿Durante la etapa de 'Polseres vermelles' tuvo miedo de morir de éxito? En algunos momentos lo pensé, pero al final me di cuenta de que si quieres ser actor tienes que pagar el precio de la fama. Las pasaremos mejor o peor, pero la fama está ahí siempre, porque trabajas con tu cara. He ido aprendiendo a asimilarlo. Pero sentí miedo, era un chavalín. En realidad, aun sigo siendo un chavalín.

Tengo entendido que ha estado nueve meses viviendo en Nueva York. ¡Cierto! Ya he vuelto. He estado estudiando dirección. Pronto ruedo mi primer corto como director. Me motiva mucho ser director, porque hay una parte de implicación creativa que no tienes cuando actúas. Como actor eres solo mano ejecutora. Cuando diriges, todo es mucho más potente: es tu universo. Aunque va a ser un proceso más lento, largo, sufrido... Pero es el que me viene de gusto.