DOBLETE EN EL PALAU

Albert Guinovart: "Mi 'Réquiem' es esperanzador"

El compositor y pianista presenta su nuevo disco 'Nocturne' y estrena una gran obra con el Cor Jove del Orfeó Català y la Simfònica de les Illes Balears

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Marta Cervera

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Esta va a ser la semana grande de Albert Guinovart, compositor residente en el Palau de la Música Catalana. El polifacético y prolífico músico barcelonés presenta el miércoles en la Casa dels Cants un disco de piano solo, 'Nocturne' (Sony) y el día siguiente estrena en Palma de Mallorca un 'Réquiem' creado para las voces del Cor Jove del Orfeó Català, tres solistas –Marta Mathéu, soprano; Josep-Ramon Olivé, barítono y Ferran Quílez, voz soprano de la Escolania de Montserrat- y la Orquestra Simfònica de les Illes Balears. La obra se interpretará el sábado en el Auditori de Girona y el domingo, en el Palau de la Música. 

Como compositor residente esta temporada ¿Qué pensó cuando le encargaron un 'Réquiem'? ¡Uff! Era toda una responsabilidad. Un 'Réquiem' es algo muy grande. Tardé unas tres semanas en crear toda la música coral. La orquestación, más laboriosa, la he hecho con más tiempo. Me interesaba que el coro, gente muy preparada, llena de ganas y entusiasmo, pudiera disponer de la pieza cuanto antes para ensayar. 

¿Cómo ha influido el hecho de no ser muy religioso a la hora de crearlo? ¿Qué entendemos hoy en día por ser religioso? Tengo una parte espiritual que proviene de la música. Mi religión es la música. Tengo una educación católica porque fui a los jesuitas pero no soy practicante. Este encargo no viene del obispado. Es una obra de concierto que he compuesto con todo el respeto. Es un 'Réquiem' al uso pero con la liturgia actual, en latín. 

"Si la muerte llega tras una vida plena y de una manera natural, es una etapa más"

¿A qué suena su 'Réquiem'? A mí, espero. Hay mucho contrapunto y fugas pero también cosas más melódicas. No quería que fuera ni demasiado triste ni demasiado blando. Habla de la muerte y tiene momentos terroríficos, como el 'Dies Irae’, pero el tono final es esperanzador. La muerte, si no llega de forma abrupta o cuando uno es joven, es algo en lo que vas pensando más a medida que te haces mayor. De joven, la idea de la muerte me producía terror. Ahora creo que si la muerte llega tras una vida plena y de una manera natural, es una etapa más. Esta pieza es casi un gracias a la vida. Concluye así. No sabemos si hay un más allá. Es algo que no me planteo.

¿Los solistas son elección suya? Son los mismos que estrenaron la 'Cantata de Randa', de Brotons, el año pasado con la misma orquesta en mi 'Réquiem'. Ellos estrenaron 'Alba eterna', una de mis óperas de cámara que se ha grabado en disco pero que aun no ha salido. Estoy encantado con ellos. Y si recurrí a la voz de un niño es porque representa la inocencia y podía ser muy emocionante incluirla.

Ya había trabajado antes con el Cor Jove ¿Cuánto les ha exigido? Tanto que hasta han hecho un meme con una imagen de las conexiones cerebrales que se crean con mi 'Réquiem', comparándolo con el de Mozart y el de Verdi. ¡El mío es el que más se ilumina! Lo cierto es que hay un trabajo de polifonía complejo y momentos disonantes nada fáciles. Mi música no es sencilla. Aunque estoy en una etapa donde, quizá fruto de las críticas, he querido incorporar de manera ecléctica técnicas instrumentales contemporáneas, en el 'Réquiem' he ido a la esencia. El tema es demasiado trascendental para andar pensando en estéticas. Es espectacular pero puro, sin artificiosidad. 

"Si quieres triunfar como Lady Gaga has de hacer la música que ella hace, no puedes hacer música endogámica"

Como músico y compositor toca muchas teclas. ¿Ser tan polifacético le ha perjudicado? En parte, pero también me ha beneficiado. Componer me ha impedido hacer una carrera como pianista a nivel mundial. Y como compositor, las horas que dedico a estudiar piano también me restan tiempo. Por ejemplo, si quieres hacer bandas sonoras has de estar todo el día enviando material y haciendo relaciones públicas.

¿Dónde están las ventajas? Ser intérprete da otra visión para componer. No conozco ningún intérprete que diga: "Paso del público". Mi intención es comunicar. Pero quiero llegar al sector a quien le puede interesar mi música. Para los compositores contemporáneos, querer hacer lo que les gusta sin afrontar que no pueden llegar a un público amplio es frustrante. Si quieres triunfar como Lady Gaga has de hacer la música que ella hace, no puedes hacer música endogámica. Por mi parte, yo he llegado a un equilibrio: sé a qué sector puedo agradar haciendo la música que a mí me gusta.

Usted ha hecho desde sintonías de programas de TV3 a musicales como 'Mar i Cel' y 'Scaramouche', y hasta un disco como solista con sus obras sinfónicas con la Orquesta de San Petersburgo dirigida por Petrenko.  Componer y después salir a dar el tipo interpretando a Chopin supone un esfuerzo. Y la gente ya lo valora. Al principio, pensaban que por hacer tantas cosas no profundizaba en nada. ¡Pero yo he dedicado toda mi vida a la música! Y eso se nota en mi nuevo disco, que incluye obras que hice en los últimos cinco años. 'Fantasia-Evocació', la pieza más antigua, la creé en el 2010 para el bicentenario Chopin. Y la más nueva, 'Arlecchino', solo la he tocado en el estudio doméstico y con el Steinway que me compré para grabar el CD. La interpretaré en el recital del Palau junto con varios 'Nocturnos' del disco y piezas de Chopin, Rachmáninov y Poulenc.