Joan Crawford y Bette Davis

Enemigas íntimas

'Feud', nueva serie antológica de Ryan Murphy, cocreador de 'American horror story', explora la enemistad de décadas entre las dos estrellas del Hollywood clásico.

RELACIÓN TERRORÍFICA. Joan Crawfod y Bette Davis, en una escena de 'Qué fue de Baby Jane'.

RELACIÓN TERRORÍFICA. Joan Crawfod y Bette Davis, en una escena de 'Qué fue de Baby Jane'.

JUAN MANUEL FREIRE

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Puestos a encarar una serie sobre rivalidades entre celebridades, pocas opciones tan jugosas como la de explorar la enemistad de varias décadas entre Joan Crawford y Bette Davis, que alcanzó su cénit en el rodaje de ¿Qué fue de Baby Jane?, el thriller gótico de Robert Aldrich de 1962. La película es un clásico de culto, pero lo que sucedió ante la cámara no es, ni de lejos, tan interesante como lo que pasó tras ella.

La primera temporada de 'Feud'que el lunes llega a HBO España, se subtitula 'Bette and Joan' y explica con aires de comedia negra, muy negra, una rivalidad de proporciones bíblicas. Jessica Lange, una habitual en las series de Ryan Murphy, hace de Joan Crawford, mientras que Susan Sarandon -en su primer papel importante en tele desde 'Con C mayúscula'- se queda con Davis. Pero los atractivos a nivel de reparto no acaban aquí. También está, por ejemplo, Stanley Tucci como sexista presidente de Warner Bros., en una exhibición que huele a Emmy a mejor actor secundario. Y un excelente Alfred Molina como un atribulado Robert Aldrich.

Al menos en los (dos) capítulos que se han puesto a disposición de la prensa, el tono es el más habitual en Murphy: muy negro, caricaturesco y folletinesco. Pero, quién sabe, a lo mejor más adelante la serie trata de bucear con más sensibilidad en la complejidad del alma de sus heroínas. Ellas lo merecen.

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PUGNA POR FRANCHOT TONE

Seguramente no necesiten presentación, pero Crawford y Davis fueron un día reinas de Hollywood. A la primera se la conocía, sobre todo, por su glamur y su buena vista para los negocios. La segunda era una actriz reputadísima, muy bella aunque algunos no parecieran darse cuenta. Fue la primera persona en conseguir 10 nominaciones a los Oscar en el campo actoral; se llevó dos a lo largo de su vida, uno por 'Jezabel', otro por 'Peligrosa', ninguno por '¿Qué fue de Baby Jane?' (sobre este último dato, hablamos más adelante).

Crawford se llevó uno en toda su carrera, por el personaje titular de 'Mildred Pierce', un papel que Davis había rechazado. La primera se hizo famosa en MGM y la segunda en Warner Bros., pero por entonces ambas estaban contratadas por este último gran estudio. La competición era evidente. Venía de lejos: se inició en los años 30 cuando una y otra se colaron por el mismo hombre, el actor Franchot Tone, compañero de Davis en 'Peligrosa'. Tone optó por Crawford. Bueno, en 1987 Davis decía en una entrevista con el periodista Michael Thornton: «Me lo quitó. Lo hizo con frialdad, de forma deliberada y con crueldad absoluta».

A principios de los 60, con el género de la «película de mujeres» y el sistema de estudios en días bajos, las antiguas enemigas se necesitaban una a la otra. Crawford propuso a Davis rodar juntas una adaptación de '¿Qué fue de Baby Jane?', novela de suspense sobre dos antiguas estrellas del espectáculo, la desquiciada Jane y la lisiada Blanche, batallando en una mansión de Hollywood. Son hermanas, para más señas, y se rumorea que la pequeña fue la culpable del accidente que dejó a la mayor en silla de ruedas.

PELIGROSO RODAJE

Era fácil prever que el rodaje no sería un camino de rosas. Los problemas, sin embargo, empezaron incluso antes de que se gritara «¡acción!» por primera vez. En una rueda de prensa para la firma de sus contratos, Davis escogió el lugar de la mesa que le permitiría salir a la izquierda en las fotos y, por tanto, con su nombre escrito antes que el de Crawford en el pie de foto. Pero Crawford tuvo una gran rapidez de reflejos y logró que su nombre apareciera primero.

Solo por fastidiar a la por entonces esposa del presidente de Pepsi, Davis hizo poner una máquina de Coca-Cola en su vestuario. Para la escena en la que Jane pega a Blanche, Crawford pidió una doble de cuerpo, pero había un plano corto para el que no podía usarse doble y Davis, al parecer, dio fuerte a Crawford. Esta se resarció a la semana siguiente cuando se cargó con peso extra para una escena en la que Jane debía arrastrar a Blanche por el suelo.

Incluso acabada la película siguieron peleando sus estrellas. Solo una de ellas, Davis, fue nominada al Oscar. ¿Qué hizo Crawford? Lo más lógico para mentes maquiavélicas: llamar a otras dos nominadas (Anne Bancroft y Geraldine Page, ambas en Nueva York) para pedirles recoger el Oscar en su nombre si ganaban. Davis parecía la favorita, pero ganó Bancroft por 'El milagro de Ana Sullivan', de modo que quien subió al escenario del Santa Mónica Civic Auditorium fue Crawford. «¡Casi me caigo muerta!», dijo Davis. «Me quedé paralizada por el 'shock'. Eclipsarme de forma tan deliberada… Su comportamiento fue despreciable».