NUEVA APUESTA EN EL PARAL·LEL

'Rouge, fantastic love', un 'jukebox' de la Belle Epoque

Gisela y Toni Viñals estrenan en el Teatre Apolo un ambicioso musical basado en famosas melodías de diferentes épocas

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Marta Cervera

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Todo listo en el Teatro Apolo para el estreno este lunes de 'Rouge, fantastic love', un musical coescrito por Ricard Reguant y Octavi Egea inspirado en el París de la Belle Époque protagonizado por Gisela. Todo gira alrededor de su personaje, Roxanne, una mujer dispuesta a todo para triunfar, incluso a vender su cuerpo si hace falta. Pero la aparición de un joven idealista (Toni Viñals) la hará dudar.

Junto a ellos están los amigos de ambos, un grupo formado por personajes de esa época como el pintor Toulouse-Lautrec (Ferran González) y el compositor y pianista Erik Satie (Naím Thomas). Ferran Castells como Joseph, propietario del music-hall que se interpone al amor de la pareja, Javier Enguix como maestro de ceremonias del local y Fédor de Pablos como Valentín completan el reparto junto a un coro de diez bailarinas y cantantes. "Ellas son el alma del espectáculo, son fantásticas", dice Reguant, satisfecho de una ambiciosa producción cuyo coste supera los 700.000 euros.  "Y todo sin subvenciones", resalta el director. Ethika Global Entertainment, la empresa que ha decido relanzar el Apolo, apuesta fuerte.   

La banda sonora, interpretada en directo por un quinteto de músicos, se nutre de conocidas melodías de pop, rock, chanson y hasta ópera. Más de un centenar de canciones sirven para contar la historia y transmitir los sentimientos de los protagonistas en un montaje sin apenas diálogos.

En 'Rouge, fantastic love' caben desde el brindis de 'La traviata' de Verdi a canciones de Aznavour, temas de Elton John, Supertramp, Bowie y de Beyoncé, entre otros muchos, con letras en castellano que a veces se han cambiado por necesidades del guión. "Es una maravilla porque hay temas de todas la épocas que se interpretan con batería, bajo, guitarra, pianista, sintetizadores y acordeón", dice Pep Sala, director musical, responsable de los arreglos. El vestuario femenino es de Jordi Dalmau, el masculino y la escenografía, de Caja Negra y las coreografías, de Ana Eva Cruellas.

Teatro renovado

"Hemos construido el musical a la vez que un teatro y hacer ambos a la vez ha sido realmente complicado porque el Apolo no estaba adecuado a estos tiempos modernos y tenía muchas deficiencias en el terreno técnico", asegura Reguant ante este nuevo proyecto concebido para un público amplio. "Este musical ha servido para percatarnos de todo lo que fallaba". Hasta han tenido que colocar unas antenas parabólicas en el tejado del edificio para evitar que el canal de la policía se colara en las vías de los micros. "El Apolo ha sido como una caja de sorpresas. Este musical es la prueba de fuego pero si todo está en orden espero trabajar sin problemas en próximos proyectos durante muchos años en este teatro".

Reguant, un director con años de experiencia, destaca la entrega de Gisela, la estrella del musical con quien ya había trabajado en anteriores ocasiones. "Ella está encantada de romper con la imagen de niña Disney para asumir este nuevo rol. Cantar y bailar ya lo había hecho siempre, y muy bien, pero ahora tiene que seducir y ser muy sensual", explica el director. "Roxanne es un personaje con dos caras y no es fácil hacerlas creíbles", ha destacado la artista, que, como Naím, se dio a conocer a través de 'Operación Triunfo'. 

El otro gran protagonista es Toni Viñals, con quien Reguant no había coincidido hasta ahora. Miembro de la aclamada compañía Dei Furbi, encarna a Alessandro, el joven anarquista que se enamora de Roxanne. "Tanto Alessandro como Roxanne tendrán que escoger", comenta Viñals que el año pasado por estas fechas protagonizaba 'Scaramouche' muy cerca del Apolo, en el Victòria. "En el caso de mi personaje, que se transforma cuando descubre la vida bohemia de París deberá decidir entre vivir en el mundo de las ideas o el de la pasión".