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El libro electrónico crece en España, pero sin alcanzar el 5% del mercado

Un joven, con una tablet en la playa de la Barceloneta, en julio.

Un joven, con una tablet en la playa de la Barceloneta, en julio. / periodico

Ernest Alós

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Al tópico que parecía consolidado hace poco más de cinco años (el libro electrónico iba disparado camino de copar la mitad del mercado, y de convertir al libro impreso en historia) le ha sucedido otro: todo fue un bluf, ha empezado un retroceso imparable que lo conducirá a hacer compañía a las películas en VHS y el Betamax. Ni una cosa ni la otra, indica el informe anual de Libranda, la distribuidora que utilizan los grandes grupos editoriales españoles y dos centenares más de editoriales. El libro electrónico, leído en ‘e-reader’, teléfono, tableta u ordenador, vendió un 14 % más el año 2017, después de haber crecido otro 11% en el año anterior. Eso sí, alcanzando solo el 4,5% del mercado del libro en España. Una situación inversa a la del mercado de EEUU, según las últimas cifras disponibles, de enero a noviembre del 2017, cuando encadenó un nuevo retroceso, del 5,5% respecto al año anterior, que lo deja con una cuota de mercado del 15% cuando había llegado a cerca del 25% en el momento álgido de su implantación.

Una diferencia respecto al caso español que se debe básicamente a la distinta incidencia de la piratería, más que de hábito lectoral digital, por cierto. Donde sí hay una brecha evidente es en el despliegue del audiolibro, la mayor tendencia emergente en otros países pero con cifras aún inapreciables en España.

Aunque Libranda tramita la distribución de la inmensa mayoría de la producción editorial española para las grandes plataformas de venta (desde Amazon a Casa del Libro, Google, Apple o Kobo), los servicios de suscripción (como Nubico) y el préstamo en bibliotecas, no alcanza la totalidad de mercado: a su facturación le debe sumar una estimación del volumen del libro autopublicado (unos 5 millones de euros) para concluir que el mercado del libro digital supuso en el 2017 43,3 millones de euros, un 4,5% del mercado del libro sin contabilizar el libro de texto.

De hecho, el 78% del mercado en castellano pasa por plataformas internacionales, el 12% por librerías y plataformas online independientes, el 4,5% por el préstamo en bibliotecas, impulsado por el proyecto eBiblio del Ministerio de Cultura español y 14 comunidades autónomas, y el 5,2% por las plataformas de suscripción con tarifa plana.

El ‘ebook’ es para los bestsellers

Eso sí, la cuota de mercado del libro electrónico es mucho mayor en un segmento del mercado: las novedades superventas, entre las que entre el 15% y el 25% de los compradores eligen el formato digital. En el año 2017, los 10 libros más vendidos en formato digital en España fueron, por este orden, ‘Patria’, de Fernando Aramburu, ‘Todo esto te daré’, Dolores Redondo, ‘Más allá del invierno’, de Isabel Allende, ‘Origen’, de Dan Brown, ‘Una columna de fuego’, de Ken Follett, ‘Sapiens’, de Yuval Noah Harari, ‘El laberinto de los espíritus’, de Carlos Ruiz Zafón, ‘Tres veces tú’, de Federico MOccia, ‘La magia de ser Sofía’, de Elisabet Benavent, y ‘La chica del tren’, de Paula Hawkins.

Más allá de España

El estudio de Libranda no se circunscribe a España: en todo el mundo las ventas de libros digitales en castellano también se incrementan, en concreto en un 11%. Sin embargo, España sigue siendo el mercado principal del libro digital en castellano (62% de las copias), seguida de México (15,7%), Estados Unidos (9,5%) y, ya muy lejos, Argentina (4,6%), Chile (2,8%) y Colombia (1,6%).

Aunque el grueso del mercado circula por Libranda, otras plataformas independientes también actúan en el mercado a su margen, como Lektu o Bookwire. Esta última, también en su último informe anual, reporta un crecimiento aún mayor de su actividad en el mercado en lengua española, de un 52%. En su informe evalúa más al alza que Libranda (de 8 a 10 millones de euros, en lugar de 5, el volumen del libro digital autoeditado).

¿Y el precio?

En los albores del libro electrónico en España, la coartada para la piratería fue que los editores españoles habían elegido una política de precios irracionalmente alta. Y en parte fue verdad, aunque con un espejismo: el comprador comparaba el precio del libro recién publicado en España con el precio en ese mismo momento en su versión original en inglés (cuando, pasado el lanzamiento original, con precios más altos, ya había bajando de precio en digital al tiempo que se publicaba la versión en bolsillo en papel).

Con todo, desde que se produjo el acuerdo entre los grandes editores anglosajones para no dejar que Amazon les impusiera precios de venta en digital demasiado bajos, la situación se ha invertido sin discusión. Si en el 2014 el precio medio de un libro digital en España era de 6,8 euros y en Estados Unidos de 5,9 euros, en el 2017 el precio medio en España había caído a 6,4 euros mientras que en EEUU había subido a 7,2 euros.