«No vi el discurso de Eastwood. No tengo televisión»

«No vi el discurso de Eastwood. No tengo televisión»_MEDIA_1

«No vi el discurso de Eastwood. No tengo televisión»_MEDIA_1

OLGA
PEREDA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Susan Sarandon (Nueva York, 1946) va por libre en el mundillo de Hollywood. De hecho, no vive en Los Ángeles sino en Nueva York. La protagonista deThelma y Louisees una feroz activista sin un solo pelo en la lengua. Estuvo más de 20 años unida al también actor Tim Robbins, con el que nunca se casó y con el que tuvo dos hijos a los que crío tomándose años sabáticos. Ganadora de un Oscar porPena de muerte, Sarandon es capaz de protagonizar películas gigantes eindies.

Ayer, de la mano de Richard Gere, abrió el telón del Festival de Cine de San Sebastián conEl fraude, donde da vida a la esposa de un financiero-tiburón con oscuros agujeros en la contabilidad de su empresa. Sirviéndose un té con hielo y limón, Sarandon, que se suele quejar de que en EUUU los reporteros solo le preguntan «estupideces», espera con una sonrisa a la prensa española confiada en que hablará no solo de cine, sino de política. También de economía, porqueEl frauderecuerda el caso de Bernard Madoff (castigado a 150 años de prisión por cometer un descomunal fraude en Wall Street). «¿Cómo educan las madres a sus hijos para que después se conviertan en eso?», reflexiona la actriz.

-Habla usted de las madres. ¿Y los padres? ¿O es que la educación es solo cosa de las madres?

-Normalmente, son las madres las que pasan más tiempos con los hijos. Los padres son una especie de ejemplo vivo para ellos y les inculcan lo que la sociedad espera de sus vidas. Las madres, sin embargo, somos las que les tenemos que decir que no copien ese modelo. Entre otras cosas, les decimos que un hombre puede ser sensible. Por ejemplo, si una madre trabaja fuera de casa y tiene su propio negocio, el hijo crecerá viendo mujeres fuertes y se acostumbrará a ellas. De esa manera, cuando él tenga una relación de pareja no tratará de ser el dominante.

-Para dar vida a su personaje, ¿se fijó en la mujer de Madoff?

-No, no especialmente. Es un tipo de mujer que abunda en otros ámbitos. Lo que me gusta deEl fraudees que en la mayoría de este tipo de casos no sabemos qué ocurre en casa de estos ejecutivos ricos. Cuando Madoff perdió el dinero, ¿cómo serían las conversaciones en su casa?

-EEUU está a punto de elegir un nuevo presidente. ¿Pasará factura en las elecciones la crisis económica?

-Sí, claro. La crisis será importante en las elecciones. Pero eso no me preocupa por la gente normal sino por todos esos millonarios que donan tanto dinero a los políticos y que invierten tanto en televisión. Esa televisión, por cierto, no está reglada y ahí se puede decir cualquier barbaridad. No ha habido un presidente elegido en EEUU en muchos años que no haya sido el que más dinero ha invertido en este tipo de cosas. Y eso, obviamente, es muy preocupante.

-¿Vio el discurso de Clint Eastwood apoyando al candidato republicano, Mitt Romney?

-No tengo televisión desde hace años, así que no, no lo vi.

-Usted, que siempre ha defendido las posturas progresistas, ¿qué opinión tiene del Tea Party?

-Pues estoy contenta porque divide a los republicanos. Y así, el panorama se nos hace más divertido. (Risas) Es importante dividir a los republicanos en dos lados, no todos tienen que ir al centro.

-Volviendo a la crisis económica general, ¿el cine la sufre también?

-Por supuesto que sí, como cualquier otro negocio. Se hacen menos películas y las que se hacen tienen un presupuesto menor. Todavía se producen filmes muy grandes que a veces son un fracaso en Estados Unidos pero logran ser rentables porque se venden en otros países. Por ejemplo, en Europa. En todo caso, el cine que realmente está sufriendo es el intermedio porque no es suficientemente barato y, además, no es rentable en taquilla. Pero, vamos, esto es algo que pasa también en la música, el teatro...