LA SECCIÓN OFICIAL

Imponente montaña rusa

La surcoreana 'El extraño (The wailing)' destaca entre las películas exhibidas a concurso

Na Hong-jin, director de 'El extraño (The wailing)'.

Na Hong-jin, director de 'El extraño (The wailing)'. / periodico

JUAN MANUEL FREIRE / SITGES

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Después de dos ‘thrillers’ expansivos como 'The chaser' y 'The yellow sea', Na Hong-jin se ha pasado al terror con una película no menos ambiciosa ni alambicada y en la que, de nuevo, se da el cruce de tonos característico del cine coreano moderno. Fue el mejor título entre los exhibidos ayer a concurso en Sitges.

'El extraño (The wailing)' nos conduce hasta un remoto pueblo de montaña donde se producen muertes misteriosas, según algunos ligadas a un japonés (Kunimura Jun de 'Kill Bill') que acaba de instalarse en el lugar. Tratar de explicar lo que sigue arruinaría la experiencia (se estrenará en salas el 18 de noviembre), y en cualquier caso, haría falta como mínimo una doble página de este diario. Hablaremos de montaña rusa bellamente fotografiada por Hong Kyung Pyo. Merece premios.

Juegos con la muerte

Tras el estreno mundial en la pasada edición de 'I am a hero', Sitges acogió ayer otra primicia japonesa: 'Museum', psycho-thriller de Keishi Ohtomo basado en el manga de Ryousuke Tomoe. Compensa una imaginería poco sorprendente (la sombra de ‘Seven’ todavía es infinita) con algún giro de guion cruel hasta el delirio.

También 'La autopsia de Jane Doe', regreso de André Øvredal tras la premiada en Sitges 'Troll hunter', reserva sorpresas al espectador tras arrancar como un episodio de 'Bones' con actores de lujo: Brian Cox y Emile Hirsch. Según algunas informaciones era una pequeña película basada en la palabra. Es otra historia. Con altibajos y problemas, pero siempre lejos del tedio, además de gozosamente estilizada.