CRÓNICA TEATRAL

Encantadora Isabella Rossellini

La actriz cautiva en el Akadèmia con su entrañable y divertido 'Link Link Circus'

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Imma Fernández

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A dos palmos del público –¡vaya lujo!-, Isabella Rossellini ha estrenado en el Teatre Akadèmia 'Link Link Circus’, “el circo más pequeño del mundo”, anuncia. Un entrañable espectáculo con animales, aunque de pega, a excepción de Pan, un monísimo perrito amaestrado que hace las delicias del respetable y ayuda a la actriz en su cometido: reivindicar la inteligencia de mascotas y otras criaturas. 

La presencia de la ahora “artista medioambiental” en la pequeña sala del Eixample tiene un nombre y una explicación: Guido Torlonia, director artístico del Akadèmia, amigo suyo. Ella le pidió que la dirigiera en esta simpática clase magistral sobre el comportamiento animal, aderezada con las ‘performances’ de Pan y cortos que ilustran el apego de la actriz a los cuadrúpedos desde su infancia. Y ahí está, la hija de Ingrid Bergman y Roberto Rossellini, rostro angelical de Lancôme y musa de David Lynch, brindando instantes de dulce intimidad a 75 espectadores. 

Gasta la actriz un humor y un carisma cautivadores, y se permite, a los 65 años, bromear sobre su menopausa o hacer guiños al pasado con un desnudo integral –en referencia al que hizo en 'Blue Velvet', su película más icónica–. Esta vez, eso sí, es un destape postizo, con el pezón y el pubis pintados sobre una estrafalaria ropa interior.

Despojada de todo glamur artificial, con escaso maquillaje, la bella Rossellini despliega sus desconocidas dotes de payasa y algunas muestras de su enorme talento actoral. Aparece con un traje de maestra de ceremonias (clownesco más que elegante) dispuesta a convencernos de las capacidades, incluso lingüísticas, de otras especies.

Y la cosa no va de broma. La actriz ha estudiado el asunto en la universidad y detalla, con su nítida dicción en inglés, algunas investigaciones y curiosidades al respecto, con referencias a los hallazgos de Aristóteles, Skinner, Darwin o Pávlov (el del reflejo condicionado). 

Los animales hablan

Metida de lleno en la vida animal (tiene una granja con pollos) desde hace más de una década, la actriz y cineasta ya habló de la sexualidad animal en su anterior ‘show’, ‘Green porno’, basado en una premiada serie de cortos que realizó. Ahora se ocupa de lo que ocurre de “la cintura para arriba”, del intelecto y de los vínculos de esas criaturas ¿racionales? con los humanos (de ahí el ‘link’ del título), aunque vuelve alguna vez a hablar de los bajos, de los peculiares genitales de unos escarabajos de Borneo. 

A falta de otros animales vivos, el ‘show’ tira de peluches, juguetes y disfraces, con el obediente Pan (están adiestrando al perro de la actriz para ser su 'cover'), metido a transformista. Hace de abeja, dinosario, oveja, elefante y león, acompañado por su simpático domador, Schuyler Beeman. Y de la misma guisa, disfrazada de varias bestias, aparece Rossellini en imágenes de sus cortos.

El talento del perrito es indiscutible, pero el piano en miniatura, en medio del escenario, engaña. Más de uno se imaginaba al virtuoso can aporreándolo con sus patas, pero es su amiga italiana la que lo toca. Pan, como cualquier humano, tiene sus límites. 

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