'Sicario: El día del soldado', tiempo de mercenarios

Esta continuación del filme de Denis Villeneuve funciona en cuanto eco de su precedesora, con buena música, fotografía y actores, pero es más esquemática y parca, más seca y arisca

Estrenos de la semana. Tráiler de  'Sicario: Día del soldado'

Tráiler de 'Sicario: El día del soldado' /

Quim Casas

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Esta es una continuación en toda regla del filme realizado por Dennis Villeneuve en 2015, Sicario SicarioJosh Brolin Benicio Del Toro repiten sus personajes de mercenario y sicario. El guión es del mismo autor, Taylor Sheridan, y la música de la violonchelista Hildur Guonadóttir, colaboradora del fallecido Jóhan Jóhannsson, sigue el esquema de la partitura compuesta por este para Sicario, ondulante, misteriosa y un poco a lo Christopher Nolan. Incluso el director, Stefano Sollima (Gomorra), intenta filmar y montar como Villenueve.

Sicario: El día del soldado funciona en la medida en que funciona ese eco de la anterior película: buena música, buena fotografía, muy buenos actores, algunas brillantes secuencias de choque... Pero es precisamente el guión (con una trama que ahora está vinculada al terrorismo islamista antes que el narcotráfico, aunque en la misma zona fronteriza entre Estados Unidos y México) el que no está al mismo nivel.

Sheridan, interesante como guionista (Comanchería) y como director (Wind river) repite un modelo que le funcionó y no ha intentado dinamizarlo, de modo que el filme resultante es más esquemático y parco que el realizado por Villenueve. También más seco y arisco y sin los conflictos interiores y éticos que procuraba en Sicario el personaje de Emily Blunt, una idealista agente del FBI que ahora ya no puede tener sitio en los expeditivos paisajes morales que horada el filme.