CRÍTICA DE CINE

'Los Increíbles 2': La familia... y un bebé

'Los Increíbles 2' es una sucesión de hallazgos gráficos y de animación que están por encima de una trama muy bien hilvanada pero que ya no sorprende

Quim Casas

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Tras sus excursiones por los dominios de 'Misión: Imposible' (la cuarta entrega) y la ciencia ficción ('Tomorrowland') en imagen real, Brad Bird regresa a la animación. Y como si el tiempo se hubiera quedado detenido tras 'Los Increíbles' y 'Ratatouille', sus dos películas en la factoría Pixar, Bird toma aquello donde lo dejó, sabe como perfeccionarlo y presenta con 'Los Increíbles 2' una sucesión de hallazgos gráficos y de animación que están por encima de una trama muy bien hilvanada pero que ya no sorprende como hace una década, pese a que las características de algunos personajes han cambiando fruto de vaivenes contractuales.

En esta segunda entrega, donde el villano es muy 'pulp' y los créditos finales son un delicioso homenaje a los ilustradores estadounidenses de los años 60, es lógico que Elastigirl le gane protagonismo a su marido, Míster Increíble, y que este deba asumir las tareas domésticas de la casa, con manifiesta incapacidad para entender las necesidades de sus hijos, mientras ella se convierte en super-heroína cuyas hazañas son retransmitidas en directo. Hay más empoderamiento en Elastigirl que en Wonder Woman, pero esta es una historia que empieza a ser cansina.

Si la madre gana en protagonismo, lo que no quiere decir en absoluto que no lo tuviera en la primera película, el bebé de la pareja ya es miembro con derecho pleno de esta peculiar familia de superhéroes sobre la que pende, como en los Watchmen o en los mutantes X-Men, la sombra ominosa del rechazo social. Pixar y Bird ya sabían de las muchas posibilidades que ofrecía el pequeño Jack-Jack, al que dedicaron un cortometraje un año después de 'Los Increíbles'. Todas las partes concernientes a su desarrollo de poderes indescriptibles componen un verdadero festival de comedia, fantasía, grafismo avanzado y animación al alcance de pocos.