CRÍTICA DE CINE

'Las grietas de Jara': suspense bien apuntalado

El director Nicolás Gil Lavedra compone una película de intriga que toma las formas del relato criminal para lanzar una retorcida mirada en torno a la insatisfacción del género humano

Beatriz Martínez

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El cine argentino vuelve a adaptar a Claudia Piñeiro tras ‘Las viudas de los jueves’ o ‘Betibú’ a través de un relato que pone de manifiesto uno de los temas favoritos de la autora: qué se esconde detrás de la superficie, qué ocultan las apariencias. Así, una grieta en una pared se convierte en una metáfora de todo aquello que la sociedad prefiere tapar pero que está a tan solo un golpe de martillo para que salga a relucir. Es decir, la hipocresía, la ambición, la mezquindad y la descomposición moral. El director Nicolás Gil Lavedra compone una película de intriga que toma las formas del relato criminal para lanzar una retorcida mirada en torno a la insatisfacción del género humano.