crítica de cine

'Cuando los ángeles duermen': Un viaje nocturno de pesadilla

La audacia de Gonzalo Bedala reside en componer un 'thriller' a través de elementos incómodos que obligan al espectador a mantenerse muy alerta

Beatriz Martínez

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He aquí una de esas raras películas que no se lo ponen fácil al espectador, ni a través de los personajes (que no muestran su mejor cara) ni del mensaje moral que transmite, demasiado escurridizo y ambiguo. Pero ahí precisamente reside su audacia, en componer un 'thriller' a través de elementos incómodos que obligan al espectador a mantenerse muy alerta. La película se articula a través de un trayecto en coche, el de un hombre que regresa a casa después del trabajo, y de cómo a través de una serie de circunstancias esas horas lo sumergirán en una pesadilla que lo enfrentará a su parte más oscura. Impresionante interpretación de Julián Villagrán que comienza siendo víctima para convertirse en monstruo y verdugo y excelente uso de la atmósfera a través de la oscuridad de la noche.