El Columpio Asesino, la noche más oscura (y bailable)

El grupo navarro visitó el sábado Apolo en la recta final de la gira de 'Ballenas muertas en San Sebastián'

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Tras alcanzar inesperada resonancia hace unos años gracias a un disco, el ecléctico, depurado 'Diamantes' (2011), y uno de sus cortes en particular, 'Toro', El Columpio Asesino podría haber buscado la forma de mantener, si no incluso hacer crecer, esa aceptación. En lugar de eso, dieron un paso hacia adentro para mostrar la versión más oscura, fría de sí mismos en 'Ballenas muertas en San Sebastián' (2014), cuya gira de presentación encara ya la recta final; tras el del sábado en Apolo, solo quedan tres conciertos.

La primera mitad de la actuación estuvo dominada por ese último disco: su minimalismo espectral, sus voces anti-sentimentales, esas letras cargadas de violencia, introversión, misantropía… Y también su contagiosidad. La visión del grupo de Pamplona es ahora mismo oscura como el fondo del pozo más profundo de la Tierra pero, a la vez, dinámica y a menudo bailable, apoyada en efectivos ritmos repetitivos al estilo del mejor krautrock o el proto-punk de Suicide.

LA VOZ DE CRISTINA MARTÍNEZ

Tras encargarse de 'Babel', 'La lombriz de tu cuello', 'Susúrrame' y 'Escalofrío', Álvaro Arizaleta (también batería) cedió la voz cantante a Cristina Martínez (también guitarra) en 'A la espalda del mar', quizá la mejor canción de esta última colección, aunque una parte del público considerara su condición de medio tiempo como buena excusa para charlar por encima. Martínez, igual de brillante en 'Entre cactus y azulejos', tiene una de las mejores voces de la música española y ya tarda en grabar todo un álbum cantado por ella sola.

El primer guiño al pasado llegó con 'Your man is dead', de su debut homónimo del 2003, seguida por otros oldies como 'Edad legal' (con trompeta del teclista Iñigo 'Sable' Sola) y 'Motel' y una triada letal sacada de 'Diamantes': la canción que da título al disco, 'Perlas' y 'Toro', ese hit de inusual estructura; lo más parecido a un estribillo llega tarde en el tema para no volver a aparecer. En el bis, fueron generosos y se marcaron cinco temas, entre ellos su psicótica (como debe ser) versión del 'Vamos' de Pixies.

Abrió la noche, apasionando visiblemente al público, Boreals, banda de Barcelona de cada vez más sofisticado posrock con vistas a la electrónica. Inspiración, pericia y delicadeza de matiz. A la altura por momentos de Tycho, Helios o los M83 del 2003.

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