RECITALES DE DESPEDIDA DE UN ICONO CULTURAL

Raimon, el último canto

El trovador inicia su tanda de 12 recitales de retirada en el Palau con las entradas agotadas

El cantautor Raimon, fotografiado en Barcelona en el 2011.

El cantautor Raimon, fotografiado en Barcelona en el 2011. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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El ‘rellotge d’emocions’ al que aludía en su último disco lanza sus últimos tictacs y la cuenta atrás para la despedida de Raimon toca a su fin: doce recitales en el Palau pondrán, a partir de este viernes, y hasta el 28 de mayo, el colofón a una carrera capital de la canción de autor. Recitales con las entradas agotadas, que reunirán a más de 22.000 espectadores.

Raimon anunció su adiós en noviembreadiós, un mes antes de cumplir 76 años, y alegó tres motivos: está en buenas condiciones físicas y prefiere dejarlo ahora; su productividad ha ido a la baja y no se ve planeando discos con 80 y tantos, y la vida del artista, este “oficio nómada”, le resulta menos atractiva que en otros tiempos.

Su obra ha inspirado recientemente dos libros, ‘Paraula i cant’ (Ed. Bromera), de Antoni Batista, y la antología ‘Tot el que he cantat (Lletres completes 1959-2017)’ (La Magrana), la primera que publica Raimon. Y Picap ha digitalizado, por fin, el conjunto de su obra (excepto cuatro discos lanzados entre 1974 y 1977, propiedad de Warner), que está ya disponible en las plataformas de descarga y ‘streaming’. Raimon entra así en el siglo XXI mientras nos dice adiós sin intención de dramatizar.

De este catálogo digitalizado, destacamos aquí cinco de los trabajos clave de su carrera:

‘À L’Olympia’ (1966)

‘À L’Olympia’ (1966)

El recital de Raimon, el 7 de junio de 1966, fue el primero de canción en catalán en el célebre local parisiense y el álbum resultante abrió el camino a las grabaciones que en años sucesivos lanzaron cantautores como Lluís Llach, Pi de la Serra y Maria del Mar Bonet, así como Paco Ibáñez. El disco, prohibido por el franquismo, llegó a los hogares del sur de los Pirineos clandestinamente, a menudo vía Andorra, a través de su edición francesa, que fue galardonada por l’Académie du Disque.

En ‘À L’Olympia’ oímos a un Raimon de 25 años, todo furia y autoridad en la versión de ‘Al vent’ que abre el repertorio. Luego desfilan otros de sus primeros clásicos, como ‘La pedra’ y ‘Diguem no’, así como una primeriza incursión en Espriu, ‘Inici de càntic en el temple’. Cuatro décadas después, el trovador publicó un doble compacto con el mismo título que recogió ese concierto y el que ofreció con motivo de ese 40º aniversario, el 13 de junio del 2006, con un repertorio antológico.


‘Cançons de la roda del temps’ (1967)

‘Cançons de la roda del temps’ (1967)

Raimon ya se había acercado a la obra de Salvador Espriu en ‘Cançó de capvespre’, incluida en su segundo epé, de 1963, pero cuatro años después dedicó al poeta un álbum entero. Un trabajo que ejerció una enorme influencia en la ‘nova cançó’ y en la alianza entre música popular y poesía, con la destacada aportación del músico francés, encuadrado en el free-jazz, Michel Portal. ‘Cançons sobre la roda del temps’ ofrece un ciclo de composiciones que trazan un paralelismo entre las horas del día y la existencia humana a partir del libro ‘El caminant i el mur’ (1954).

Obra de calado existencial, con portada de Miró, sus últimas estaciones, en la cara B del álbum original, abordan otras temáticas. El punto y final lo pone ‘Inici de càntic en el temple’, un poema en homenaje a Salvat-Papasseit, en el 40º aniversario de su muerte, al que Espriu, satisfecho con las adaptaciones realizadas por el cantautor, pidió a Raimon que pusiera música. Aludiendo a la pervivencia de la lengua (“hem viscut per salvar-vos els mots”) y de la conciencia colectiva, culmina con una severa declaración:“Ara digueu: ‘Ens mantindrem fidels / per sempre més al servei d’aquest poble’”.


‘Per destruir aquell qui l’ha desert’ (1970)

‘Per destruir aquell qui l’ha desert’ (1970)

El cantautor se había sentido deslumbrado a los 18 años por la obra de Ausiàs Marc y su fascinación se fundió poco a poco con sus inquietudes como creador de canciones. Tardó una década en recoger los primeros frutos, y más aún en darles forma discográfica. Su primer acercamiento inmortalizado fue la canción ‘Veles e vents’, que evoca la singladura de un viajero en busca de su amada a través del Mediterráneo.

Ruta beneficiada por vientos favorables, que podría haber tenido lugar entre Nápoles y Gandia, pasando por Barcelona. Canción épica, emblemática de un álbum que contiene otras adaptaciones de Ausiàs Marc, así como de Jordi de Sant Jordi, Anselm Turmeda y, de nuevo, Espriu (‘Indesinenter’). Otra portada icónica, firmada por Antoni Tàpies.


‘Quan l’aigua es queixa’ (1979)

‘Quan l’aigua es queixa’ (1979)

Apartándose del aura de resistencia antifranquista, en tiempos en que ya tendía a espaciar sus lanzamientos, Raimon publicó esta obra bella y contemplativa, con refinados arreglos orquestales y dirección musical de Manel Camp. Obra con amplitud cromática, ofrece piezas propias que no suelen figurar entre las más icónicas de su producción pero que muestran matices y profundidad: ahí están ‘Als matins a ciutat’, ‘No el coneixia de res’ (referencias a la memoria obrera: “si només els rics estudien / només els rics sabran”) o ‘Andreu, amic’, dedicada al escultor Andreu Alfaro.

Completan el trabajo nuevas aproximaciones a autores de cabecera: de Ausiàs Marc a Salvador Espriu (el suave, insólito, swing de ‘I beg your pardon’). Material que amplía el retrato de un Raimon que, en esos tiempos, combinó su paso por un escenario políticamente tan explícito como el de la Festa de Treball, del PSUC, con declaraciones en las que calificaba la canción protesta de “’collonada’ inventada por Estados Unidos cuando la guerra de Vietnam”.


'Rellotge d’emocions’ (2011)

'Rellotge d’emocions’ (2011)

El último disco de Raimon con canciones nuevas, publicado 14 años después del anterior, ‘Cançons de mai’. Una obra con abundantes referencias al tiempo y a la fugacidad de la vida a través de canciones como ‘Punxa de temps’ o ‘Mentre s’acosta la nit’ (“Amb més records que projectes, / amb més passat que futur”, comienza la letra), con alusiones a la agenda bélica internacional en ‘Bagdad ’91 (la guerra en directe)’, reflexiones sarcásticas sobre sus orígenes (‘He passejat per València sol’) y un regreso a Espriu (‘Diré del vell foc i de l’aigua’). Raimon de formas musicales clásicas y preciosistas, con apuntes de cuerda y metal.