CRÓNICA

Serrat navega a toda vela en Peralada

El cantante arrasa con 'Mediterráneo da capo', un trabajo que gira en torno a su mítica canción

Serrat

Serrat / ACN / Gemma Tubert

César L'pez Rosell

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Era una buena oportunidad para recuperar el camino andado y volver al principio. O, si lo prefieren, para navegar por el mar del que parten las raíces de su carrera.  Joan Manuel Serrat puso de pie la noche del viernes al Auditori de Peralada con ‘Mediterráneo da capo’, un espectáculo urdido en torno al himno que ha mantenido la vigencia de su mensaje desde que naciera hace 47 años. El ‘noi del Poble Sec’ se embarcó entonces en un frágil barquito de papel para, como Ulises en ‘La odisea’, descubrir nuevos horizontes, cruzar fronteras, sobrevivir a peligrosas aventuras y regresar a casa a toda vela y más reforzado en sus convicciones.

El cantante explicó las razones para que esta celebración no haya esperado a que se cumpliera su medio siglo de existencia. “Algunos así me lo aconsejaban, pero ¡para esperar estoy yo!”, dijo como haciendo una confidencia a un entregado público que no cesó a aplaudirlo durante toda la noche. “Pero si se da la oportunidad, igual repetimos”, exclamó después de rendir homenaje a la figura de Carmen Mateu: “Llevo 18 años viniendo a Peralada y será la primera vez que ella no esté. Era una persona generosa y rebosante de amor al arte y a los artistas”. Después de haber arrancado en abril en Roquetas de Mar esta gira que le llevará hasta América, la del festival ampurdanés era la primera cita en Catalunya, antes de la próxima de Sant Feliu de Guíxols y de que recale, en diciembre, en el Palau Sant Jordi.

Banda sonora fundamental

Con Serrat sucede que el público acude deseoso de que le agiten la memoria de una banda sonora fundamental para reconocerse en ella por su hondo sentido existencial y poético. Pero las citas se acaban convirtiendo siempre en una experiencia diferente e irrepetible. Al cantante le basta con bucear en su impresionante cancionero para construir un argumento global, en este caso con el eje del mar. Y eso hizo, aportando su multiplicadora expresividad y emoción y la de una cómplice tripulación encabezada por Ricard Miralles (piano), Josep Mas ‘Kitflus’ (teclados), David Palau (guitarras), la virtuosa Uixi Amargós (viola), Vicente Climent (batería) y Tomás Merlo (eléctrico y contrabajo).

En la primera de las dos horas y media de recorrido (con un total de 27 temas), Serrat, despachó, empezando y acabando con ‘Mediterráneo’, las 10 canciones de la grabación, con títulos como ‘Que va a ser de ti’, ‘Pueblo blanco’, ‘Tío Alberto’, ‘La mujer que yo quiero’, ‘Lucía’ o ese ‘Vencidos’ alusivo al Quijote, “el personaje por excelencia la Mancha, por encima de Iniesta, Sara Montiel, Bahamontes o Almódovar”. La continuación fue una ascendente explosión de ‘hits’ populares, con alusiones marítimas como ‘La mer’ o ‘Plany de mar’. También interpretó, entre otras, ‘M’en vaig a peu’, ‘Cantares’, ‘Temps era temps’, la copla ‘Tatuaje’, ‘Para la libertad’, ‘Pare’ y la optimista ‘Hoy puede ser un gran día’.

Sentida oda

El artista ofreció una sentida oda al Mediterráneo histórico y al de la problemática actual, convertido en “sarcófago para la gente que huye de la pobreza”, además de haberse transformado de la mano del hombre en un vertedero de plástico. Aludió a la situación de desigualdad de la mujer, “capaz de hacer el mismo trabajo que el hombre, pero cobrando menos”, y deploró la violencia de género. Cuando interpretó ‘Cançó de bressol’, afirmó que era la su pieza más emotiva. Hijo de padre catalán y madre aragonesa, reivindicó ser “un charnego, expresión que no siempre se usa de forma bienintencionada”. Dijo que esta situación le permitía “ver el río desde las dos orillas y sentirse identificado con la cultura de sus progenitores”. Tras recibir una gran ovación, interpretó ‘Fiesta’ y acabó la noche triunfal con unas coreadas ‘Paraules d’amor’.