Jotas de autor en Barnasants

El festival reivindica este género popular en la apertura de su 21ª edición

Eliseo Parra, Miquela Lladó y Arturo Gaya, este miércoles en Barcelona.

Eliseo Parra, Miquela Lladó y Arturo Gaya, este miércoles en Barcelona. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Barnasants se atreve con una forma musical de la que, en general, sabemos bastante poco, la jota, para abrir su 21ª edición, este jueves en el teatro Joventut, de L’Hospitalet (20.30 horas). Una jota “de combate”, anuncia el título, porque el propósito es “sacarla del folclore y llevarla a la canción de autor, de testimonio, como vehículo reivindicativo y de crónica social”, explica el ideólogo del concierto, Arturo Gaya, del grupo Quico el Célio, el Noi i el Mut de Ferreries.

Tomarán parte en el espectáculo otras tres voces, las del vallisoletano, muy vinculado a Catalunya, Eliseo Parra (que fue miembro de los grupos ‘layetanos’ Blay Tritono y Rondalla de la Costa, y trabajó con cantautores como Maria del Mar Bonet y Gato Pérez), la mallorquina Miquela Lladó (Música Nostra) y la valenciana Eva Dénia, con la colaboración del intérprete de rondalla improvisada Guardet ‘Lo Cantador’, de Amposta. Las raíces del proyecto se sitúan lejos en el tiempo, en el concierto ‘No a la guerra’, que, en el 2003, Pere Camps, director de Barnasants, montó junto a las fuentes de Montjuïc. “En aquella época nosotros ya cantábamos jotas contra la guerra de Irak o el Plan Hidrológico Nacional, y Pere se fijó en esa forma de canción social”, recuerda Gaya.

SIN NAFTALINA

Frente a la percepción que circunscribe la jota a tierras aragonesas, los implicados destacan que “es la música, y el baile, que más se propagó por toda la península, y es más representativo de todo su conjunto que, por ejemplo, el flamenco”, reflexiona Miquela Lladó, que celebra cómo ha evolucionado después de que “la Sección Femenina franquista se la cargara convirtiéndola en un espectáculo desvirtuado, ajeno a la cultura del pueblo”. Ahora, apunta, en Mallorca la jota “es una música viva, sin olor a naftalina, que la gente baila en las plazas sin necesidad de vestirse con los trajes típicos”.

El carácter combativo del repertorio que ofrecerán en Barnasants se expresa de un modo amplio, tanto político como cultural y emocional, a través de piezas como ‘El silenci d’estimar’, de Parra, ‘Cançó de les dones’, de Lladó (sobre un poema de Maria Mercè Marçal), o las jotas de ronda, en las que cantarán “versos pensados para la ocasión que pueden tener que ver, o no, con la actualidad”, anuncia Gaya. La jota cogió forma a mediados del siglo XIX, emparentada con la seguidilla, apunta Lladó, aunque sus raíces pueden situarse en el período musulmán o incluso antes de él. Así que, para Gaya, reivindicarla en el siglo XXI “ya es una forma combate”.