EL ESPÍRITU DEL ARTISTA

La compañía de Antonio Gades vuelve con 'Carmen' y 'Fuenteovejuna'

Stella Arauzo dirige en el Teatre Victòria dos aclamados clásicos creados por el añorado renovador de la danza española y el flamenco

A la derecha Esmeralda Manzanas, protagonista de 'Carmen', en una escena de la obra.

A la derecha Esmeralda Manzanas, protagonista de 'Carmen', en una escena de la obra. / periodico

MARTA CERVERA / BARCELONA

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Han pasado 11 años desde la muerte de Antonio Gades (1936-2004) pero el espíritu del artista que insufló nueva vida a la danza española y al flamenco sigue vivo. De ello se encarga su compañía de baile, que lidera Stella Arauzo, exprimera bailarina del conjunto. A partir de este miércoles regresa al Teatre Victòria con ‘Carmen’, el primer ballet narrativo en el que Gades colaboró con el cineasta Carlos Saura para trasladar a la danza el libro de Prosper Mérimée. Esmeralda Manzanas encarnará a la protagonista femenina, símbolo de la libertad que da título a la pieza. 

Esta no será la única obra que ofrecerán. Del 13 al 14 de abril la compañía interpretará otro clásico, 'Fuenteovejuna'. En este montaje contará con un bailarín muy especial para el rol principal del heroico alcalde: Antonio Canales. "Canales es diferente a Gades. Tiene otra personalidad, pero lo grande de las piezas de Gades es que su escuela está ahí y permite a otros aportar su personalidad sin desvirtuar nada", afirma María Esteve, hija del artista y de la actriz Marisol y que preside el patronato de la Fundación Antonio Gades

TRASPASAR UN IMPORTANTE LEGADO

La compañía se mantiene gracias al impulso de este organismo, que también cuenta con la implicación de Eugenia Eiriz, viuda de Gades y Josep Torrent, amigo íntimo del artista, a quien conoció al final de su vida en el Empordà, donde el bailarín y coreógrafo pasó sus últimos años. Tanto ellos como antiguos excolaboradores de Gades en la compañía hacen posible mantener su legado y traspasarlo a nuevas generaciones. "Mantener vivo su estilo de danza es nuestro objetivo", resumen desde la fundación. "Las obras de la compañía ya son clásicos y nuestra obligación es traspasarlas a otros".

Arauzo, que en su día protagonizó 'Carmen' y fue pareja artística de Gades tras la marcha de la compañía de Cristina Hoyos, ha trasladado a los bailarines los conocimientos que aprendió del añorado maestro desde que entró a los 17 años en la compañía. Gades imprimió un sello propio a la danza española y al flamenco con un estilo depurado e innovador enraizado en la tradición.

Gades llevó la disciplina de la danza clásica al flamenco y ejerció de puente entre el flamenco antiguo y el contemporáneo. Como creador y como persona hizo bandera de la libertad hasta el final de sus días cuando, enfermo de cáncer, convirtió un velero en un hospital flotante para poder navegar hasta su amada Cuba. Allí reposan los restos del que fuera amante de la danza y del mar, su otra gran pasión.

ÉTICA Y ESTÉTICA

El creador siempre priorizó la ética de la danza a la estética, recuerda Eiriz. Bailó como vivió, fiel a sí mismo. "Le gustaría ver el trabajo de la fundación", afirma su viuda. La compañía está formada por 30 personas y vive del trabajo que generan sus obras sobre todo fuera de España. El conjunto acaba de regresar de una gira por Francia y próximamente pondrá rumbo a México y Japón. Cuentan con una subvención del Ministerio de Cultura, "la misma que recibe cualquier compañía", afirma Eiriz, encantada con el inestimable apoyo del Ayuntamiento de Getafe, donde está su sede. "La danza española y el flamenco se sostiene por la pasión de los artistas", lamenta.       

La fundación intenta que el legado de Gades no llegue solo al público sino también a quienes estudian danza. Una escuela ubicada en Getafe cuenta con 150 alumnos. Y este año también se ha puesto en marcha un programa para difundir coreografías de Gades entre los bailarines de los Conservatorios superiores. "No se puede entender su danza sin entender la personalidad de Gades", afirma Elías Rodés, bailarín de la compañía nacido en Cerdanyola, que ha introducido a los alumnos del Institut del Teatre en el estilo del artista trabajando con ellos el montaje de unas escenas de 'Fuenteovejuna'.

Pese al trabajo realizado, tanto Esteve como Eiriz consideran que queda mucho por hacer. "Nos gustaría contar con algún tipo de reconocimiento, no necesariamente económico", apuntan. "Pedimos cosas tan sencillas como que alguien se interese por el legado de Gades. No queremos que los cuadros de grandes artistas que tenemos en la fundación o los poemas dedicados por Rafael Alberti, entre otros, se queden en un cajón", afirman preocupadas ante la falta de interés por este tipo de legado, que convendría cuidar y poner al alcance de nuevas generaciones.

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