JUEGO LITERARIO

Frankenstein se cuela en la "gran novela coral de Barcelona"

Los siete escritores que inauguran la colección de Comanegra 'Matar el monstre', de izquierda a derecha, Jordi Coca, Mar Bosch Oliveras, Julià de Jòdar, Ada Castells, Susanna Rafart, Miquel de Palol y Núria Cadenes.

Los siete escritores que inauguran la colección de Comanegra 'Matar el monstre', de izquierda a derecha, Jordi Coca, Mar Bosch Oliveras, Julià de Jòdar, Ada Castells, Susanna Rafart, Miquel de Palol y Núria Cadenes. / periodico

Anna Abella

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Igual que Mary Shelley logró que su doctor Frankenstein encajara todas las piezas para dar vida al monstruoComanegra ha construido un mecano literario insólito para crear, en palabras de su fundador, Joan Sala, “la gran novela coral de Barcelona”, compuesta por siete novelas autónomas con lazos transversales que las impregnan, escritas por otros tantos autores que han aceptado el reto: Ada Castells, Susanna Rafart, Julià de Jòdar, Jordi Coca, Núria Cadenes, Mar Bosch y Miquel de Palol. Se trata de un artefacto, léase la nueva colección ‘Matar el monstre’, con el que la editorial se estrena en la narrativa catalana contemporánea (en coedición con el Ayuntamiento), y en el que las piezas imprescindibles en cada historia son, por un lado la ciudad de Barcelona y, por otro, como homenaje, Shelley y la criatura que la escritora británica alumbró hace ahora 200 años en aquella mítica y fantasmagórica velada con Byron, Polidori y compañía en la mansión a orillas del lago Lemán (pura casualidad que Comanegra tenga su sede en la antigua fábrica Lehmann de Barcelona). 

Junto a los autores reclutados, los ‘doctores Frankenstein’ de la editorial (los codirectores de la colección) el filólogo Francesco Ardolino y el editor Jordi Puig, quien tuvo la idea en el 2015 junto con Alba Cayón, presentaban esta semana otras singularidades de su ‘monstruo’: los escritores debían hacer aparecer en algún momento de sus respectivas novelas un misterioso personaje secundario que en 1818 escribe ‘El nuevo Prometeo’, un tratado sobre el superhombre, donde profetiza un futuro utópico para Barcelona que se cumplirá en el 2018. El personaje vive dos siglos, por ello, cada una de las siete historias transcurre en un año clave para la ciudad: 1818 (cuando se publicó ‘Frankenstein’), 1888 (Exposición Universal), 1929 (Exposición Internacional), 1968 (mayo del 68), 1992 (JJOO), 2004 (Fòrum) y 2018...

Historia paralela oculta

El personaje, que va cambiando de nombre aunque inicialmente es Francesc Castany (en otro guiño a Frankenstein), esconde un secreto que el lector solo conocerá si lee todos los títulos, descubriendo una historia paralela oculta, que ni los propios siete escritores conocen, pues han trabajado simultáneamente pero sin leer ni conocer los relatos de sus colegas. Según Ardolino, para quien esta “gran novela de Barcelona” en el siglo XXI solo podía ser “polifónica”, la propuesta recuerda a los ‘canovacci’ de la Commedia dell’Arte (guiones esquemáticos a partir de los cuales los actores podían improvisar libremente). 

Según Sala, director de Comanegra, ‘Matar el monstre’, que luce diseño gráfico de Virgínia Pol, constará de 8 a10 títulos al año, aunque puntualiza que la editorial, que acaba de cumplir una década, se mantendrá en los 60 títulos anuales con predominio de la no ficción. De cara al 2019, añade, ya han contratado novelas para esta colección de ficción catalana, aunque por ahora sin juegos frankensteinianos a la vista, pero sí manteniendo la premisa de que “sean buenos autores”. “Hay un vacío en la edición en catalán, que necesita un revulsivo”, opina. Y su objetivo es llenarlo.  

Fábrica de indianos

Abre ahora el fuego Ada Castells (Barcelona, 1968), con ‘La primavera pendent’, cuya protagonista es “una mujer de una familia de indianos que debe hacerse cargo de la fábrica, en una sociedad (1818) que se lo pone difícil a las mujeres, mientras su marido (el misterioso Francesc Castany), va a Inglaterra a conocer a Mary Shelley”. 

Regreso de De Jòdar

Le seguirán, el 7 de marzo, la poeta Susanna Rafart (Ripoll, 1962), con ‘La fugida d’Urània’, ambientada en 1888, donde “un joven pintor frustrado que acaba siendo reportero fotográfico de la Barcelona lúdica que se muestra al mundo en la Exposición Universal sin darse cuenta de que a su alrededor se produce una revolución social”; y Julià de Jòdar (Barcelona, 1942), que ante “el desafío” de Comanegra vuelve a escribir tras haberse retirado. En su novela, ‘Els vulnerables’, que transcurre en 1929, “con el final de la dictadura de Primo de Rivera y la Exposición Internacional”, el tétrico alemán Frank Goldstein experimenta con obreros pobres en su fábrica de Can Tunis para crear “un superhombre metalúrgico”. 

Deseo incestuoso en mayo de 1968

Con el trasfondo de mayo del 68, llegará ese mismo mes Jordi Coca (Barcelona, 1947) con ‘Els ulls dels homes mentiders’, donde “un joven burgués que tiene un deseo incestuoso por su culta y refinada madre francesa”, descubre en la universidad los movimientos clandestinos antifranquistas y “el mundo de los artistas catalanes en París” e “intenta poner en orden sus ideas”. 

Con la Setmana del Llibre en Català, tras el verano, se lanzarán las novelas de Núria Cadenes (Barcelona, 1970), ‘Secundaris’, y de Mar Bosch (Girona, 1981), ‘Vindràs amb mi després del diluvi’. La primera mostrará “la otra Barcelona” que convivía con la de los Juegos Olímpicos del ‘92: “La de Can Tunis, el Hospital Clínic, la prisión de Wad-Ras y el Turó de la Peira”, donde nació y sufrió “la aluminosis”. Bosch impregna de “ironía y un punto de realismo mágico” su ‘viaje’ al año del Fòrum 2004, donde los personajes “llegan para sobrevivir a un diluvio personal”.     

Culminará la colección, en Navidad, Miquel de Palol (Barcelona, 1953), con ‘Angèlica i Rafel’, a la que el personaje de Castany ha “llegado ya muy vapuleado”. Es, cuenta, “una historia de espionaje” que le permite “entrar en la verdad y la mentira, donde el super-yo se transforma en el anti-yo”, en un “híbrido entre Frankenstein y Nietzsche", en la incógnita de la Barcelona de este 2018, un tiempo “de cierto nihilismo y relativización de los valores hasta su aniquilación”.   

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