crítica / Estreno: 19 de junio

'Ahora o nunca', entre el desenfreno y el candor

por Beatriz Martínez

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Definía Dani Rovira Ahora o nunca como una película de amor y humor. Y lo cierto es que, a pesar de estar insertada dentro de los moldes de la comedia romántica de última hornada, la película de María Ripoll tiene algo más, un punto de desenfreno, y al mismo tiempo de candor, que la convierten en una rara avis dentro del género en nuestro país.

Ahora o nunca bebe de los arquetipos establecidos por las comedias gamberras norteamericanas, pero no recurre al mimetismo, sino que consigue imponer su propia personalidad a través de una buena batería de ideas originales de gran inventiva que fluyen como un torrente. Estamos ante una comedia loca, efervescente, llena de chispa y energía revitalizante, pero también salpicada de encanto y ternura, sobre todo gracias a la luminosa presencia de dos actores en estado de gracia como María Valverde y Dani Rovira.

Ella aporta suavidad y delicadeza; él, su desbordante torrente cómico que lo inunda todo. Y entre ambos, encontramos a un buen puñado de secundarios para el recuerdo que consiguen hacer palpitar la pantalla, desde la desternillante Yolanda Ramos, a las refrescantes aportaciones de revelaciones como Melody o Anna Gras.

Todo ello empaquetado de forma armónica para configurar una película que irradia inteligencia y sagacidad en su composición, y una precisión milimétrica en su ejecución, sobre todo a la hora de elaborar una serie de running gags que sirven para articular toda la película y de mantener un ritmo desbocado que se mantiene intacto desde los primeros hasta los últimos compases.

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