Cierto futuro

Decía no hace muchas semanas Reed Hastings, presidente ejecutivo de Netflix: «La televisión por internet suplirá a la lineal como el móvil al fijo», y que este proceso se producirá en los próximos 20 años. Dada la rapidez con la que la innovación tecnológica sucede y cómo acaban por afectar a nuestros usos y costumbres, no es exagerado predecir que, si algo así ocurre, lo hará en un periodo aún más breve. Bastará con que los millenials, jóvenes que en la actualidad tienen entre 18 y 35 años, se hagan con el mando de la sociedad, para que el modo de vida en el que se han educado se instale como el habitual. Así que reduzcamos el vaticinio a poco más de una década , o incluso menos si tenemos en cuenta que no se trata de un proceso que acaba de comenzar, puesto que a finales del decenio anterior hubo televisiones generalista que anunciaban sus programas bajo el eslógan de «En cualquier momento, en cualquier lugar, todas las historias», mantra de las ofertas on line del presente. Por lo que a lo mejor ya ha pasado la mitad del tiempo y las ofertas instaladas de Netflix, Hulu, Amazon y los operadores nacionales sean la plasmación de ello. Buen momento por tanto para los gurús del apocalipsis. Pero estos, al igual que a los pesimistas, a veces también se equivocan. La realidad es tozuda y muestra con datos inapelables que la fotografía no acabó con la pintura; que ni el cine mató al teatro, ni la tele al cine o la radio; que la música aún genera ingresos en conciertos y derechos editoriales, pese a que ya nadie compre discos; que el libro digital no impide que las ventas en papel aumenten; que en China se abre una nueva sala de cine cada tres días y que el consumo de la tele, también de la generalista, aumente constantemente. Entre otras cosas, porque cada vez somos más y la tele en abierto es gratuita y sus contenidos son, hoy por hoy, los mejores.

'Tres ratones ciegos'

El momento recuerda mucho a lo acontecido en los 90 en EEUU, cuando con la aparición masiva del cable las tres grandes cadenas generalistas vieron descender significativamente su audiencia. Ken Auletta escribió un libro memorable contándolo. Se tituló Tres ratones ciegos, en alusión a las tres grandes canales en abierto. El texto, perfectamente documentado, terminaba diciendo que el futuro le planteaba al autor serias dudas, porque entre otras cosas habría que hacer muchos cambios legislativos que le resultaban impredecibles, pero que si había una certeza, esta era: «Aquel que tuviera los mejores contenidos estaría sentado en la mesa». Al frente de ella, añado. Porque todo lo que ocurre en el audiovisual se reduce a algo simple de explicar y difícil de combatir: la competencia está aumentando y cada día más. Así, hay que mejorar la oferta de contenidos porque ahora hay mucho más donde poder elegir. La batalla no está por tanto en el modo de distribuir los contenidos, todos lo serán por la red de una u otra forma, sino en tener o no tener los mejores de ellos Ejemplo práctico: no sabemos cómo se verá la Champions League del 2020, pero con seguridad a sus dueños les irá bien.