entrevista con la actriz

Catherine Deneuve: "No duermo lo suficiente y me gusta tomar algo de vodka"

La actriz francesa Catherine Deneuve.

La actriz francesa Catherine Deneuve. / periodico

NANDO SALVÀ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A los 70 años, la actriz francesa sigue trabajando sin pausa y sin signos aparentes de flaqueza. Acaba de presentar en la Berlinale la tragicomedia Dans la cour, en la que da vida a la vecina de un edificio que, a causa de una grieta en la pared de su apartamento, empieza a replantearse su vida.

-Pasa el tiempo y usted sigue rodando dos o tres películas al año. ¿Cómo mantiene la energía?

-A veces me siento cansada, porque a medida que el tiempo avanza no soy capaz de mantener las mismas energías, pero de momento no me puedo quejar. Además, cuando trabajo tengo una capacidad increíble para dormirme cuando y donde sea, incluso durante 10 o 15 minutos. Incluso cuando participo en una película de época, me las arreglo para echarme una siesta entre escenas sin arrugar el traje ni la peluca. En ese sentido soy como Napoleón, que también tenía esa capacidad.

-¿Qué le atrajo de Mathilde, el personaje que interpreta en Dans la cour?

-Mi objetivo siempre ha sido interpretar papeles diferentes y extravagantes. Pienso que el peligro más grande para un actor es quedarse atrapado dentro de un tipo concreto de personaje, y eso es algo que pasa muy a menudo. Algunos actores se preocupan demasiado por proteger su imagen, y eso les impide tomar riesgos. Yo creo que ser actor significa ponerse en manos de otra persona incluso si eso implica hacer cosas que no quieres hacer. Me gusta entregarme completamente, ser manejada y sentirme insegura.

-¿Lo logró con Pierre Salvadori, director de Dans la cour?

-Eso creo. Siempre es un desafío trabajar por primera vez con un director, entrar en su mundo y tratar de entender lo que quiere y lo que espera de ti. Para decidirme a trabajar con un director necesito sentir que puedo confiar en él, y eso me cuesta bastante. A veces percibes que no tiene punto de vista y que no sabe lo que hace. Entonces siento que no puedo ponerme en sus manos. Pero con Pierre no tuve ese miedo.

-Acaba de cumplir 70 años. ¿Cómo lo lleva?

-Envejecer no es agradable para nadie, y menos aún para quien, como yo, depende de su imagen. Pero no es una tragedia. Además yo me cuido bastante. Es cierto que no duermo suficiente y me gusta tomar algo de vodka de vez en cuando, pero cuidarme está en mi personalidad. Soy una persona activa, me muevo mucho y sigo dedicándome a la jardinería, me ayuda a mantener en forma el cuerpo y la mente.

-¿Ha pensado alguna vez en dejar la profesión?

-Cuando tenga la impresión de que los papeles que me ofrecen ya no son interesantes, lo dejaré, pero llevo haciendo esto toda mi vida y no es fácil pensar en la jubilación. Además, me he sabido proteger de los aspectos del negocio que me molestan. Vivo de forma muy corriente, cuando salgo con amigos no soy de esas personas que tratan de explotar su fama para saltarse la cola en el cine o en un restaurante. Mientras no estoy trabajando, no ejerzo de actriz en absoluto.

-Es decir, que no se pasa horas ante el espejo antes de salir a la calle.

-No, solo me visto o me maquillo cuando tengo que posar para alguna sesión de fotos o cuando tengo que pasear por alguna alfombra roja. De hecho, cada vez me cuesta más esfuerzo tomarme la molestia de arreglarme. Por otra parte, nunca me tomo en serio ni me creo lo que la gente dice de mí. Si haces caso a todos los elogios puedes acabar creyéndote una reina, y una reina está por encima de sus súbditos. Yo no quiero eso.