A LOS 60 AÑOS

La Estrella de la Muerte atrapa a la princesa Leia

La actriz Carrie Fisher, que saltó a la fama planetaria con 'La guerra de las galaxias', fallece cuatro días después de sufrir un paro cardiaco

RAFAEL TAPOUNET / BARCELONA

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El corazón de Carrie Fisher ha dicho basta. La actriz estadounidense, cuyo nombre irá para siempre asociado al personaje de la princesa Leia Organa (nacida Leia Amidala Skywalker) de la saga 'Star Wars', ha fallecido este martes por la mañana a los 60 años en un hospital de Los Ángeles en el que ha permanecido ingresada desde que el día 23 de diciembre sufrió un paro cardiaco durante un vuelo procedente de Londres. "No tengo palabras. Estoy destrozado", ha sido el escueto comentario con el que el actor Mark Hamill, que encarnó a Luke Skywalker en la archifamosa franquicia, ha acogido la triste noticia.

Nacida en 1956 en el seno de una familia perteneciente a la realeza de Hollywood (su padre era el cantante Eddie Fisher y su madre, la actriz Debbie Reynolds, protagonista de 'Cantando bajo la lluvia'), Carrie Fisher tenía solo 19 años cuando, tras un maratoniano proceso de cásting, George Lucas la seleccionó entre dos docenas de actrices para darle el papel de princesa Leia. Toda su experiencia previa ante la cámara se limitaba a una aparición en la película 'Shampoo' (1975), de Hal Ashby, en la que encarnaba a una jovencita precoz que mantenía una relación con un peluquero mujeriego con la cara de Warren Beatty.

TRASTORNO BIPOLAR

Fisher estuvo a la altura del reto, y su vigorosa interpretación contribuyó a dar relieve al personaje de la princesa rebelde de Alderaan con su icónico peinado en forma de ensaimada. 'La guerra de las galaxias' (1977) adquirió estatus de fenómeno planetario y sus protagonistas se vieron propulsados al estrellato. Acostumbrada desde niña al oropel de Hollywood, la actriz no se sintió particularmente atraída por las oportunidades que le brindaba la fama, pero el extenuante ritmo de trabajo y los innumerables compromisos promocionales que trajo consigo el éxito de la película colisionaron de forma peligrosa con el lado más hedonista de su naturaleza (años después reconoció abiertamente que padecía un trastorno bipolar).

Durante el rodaje de 'El imperio contraataca' (1980), Fisher pisó el acelerador más de la cuenta: alternó con los Rolling Stones, se hizo adicta a la cocaína, empezó a beber a solas y mantuvo un tormentoso romance con Dan Aykroyd, con quien coincidió en el rodaje de 'Granujas a todo ritmo' (1980). Hasta John Belushi, que moriría de una sobredosis solo dos años después, le advirtió de que se estaba pasando de la raya.

EL BIKINI DE LA DISCORDIA

Aun así, mantuvo admirablemente el tipo en 'El retorno del Jedi' (1983), donde convirtió un audaz bikini metálico, símbolo de esclavitud sexual, en materia de feroz controversia y objeto del deseo de fetichistas y 'cosplayers'. En esos días, contrajo matrimonio con el músico Paul Simon. No duraron juntos ni un año.

A partir de ahí, su estrella declinó. Las adicciones empezaron a extender facturas y la carrera de Fisher cayó en barrena. Woody Allen le brindó la oportunidad de recuperar crédito con un papel en 'Hannah y sus hermanas' (1986), pero muy poco después de finalizar el rodaje tuvo que ser ingresada de urgencia tras sufrir una sobredosis que casi acaba con su vida. Cuando pudo abandonar el hospital, se fue directa a un programa de rehabilitación en un centro de Los Ángeles.

NOVELA AUTOBIOGRÁFICA

Todas esas experiencias aparecieron reflejadas, de una manera u otra, en 'Postales desde el filo', una sorprendente novela autobiográfica con la que Carrie Fisher inició una nueva carrera como escritora. En 1990, el director Mike Nichols le encargó que adaptara la obra para el cine. En la película resultante, Meryl Streep asumió el papel protagonista y Shirley McLaine, el de su madre, una estrella de Hollywood que torpedea los intentos de su hija de abrirse camino en el mundo del espectáculo.

De su relación con el agente Bryan Lourd nació en 1992 su única hija, Billie Catherine Lourd. Esta circunstancia, unida a su recientemente descubierta vocación literaria, afianzó su decisión de mantener un perfil bajo en la industria del cine, interpretando pequeños papeles en producciones de calidad desigual –merece mención especial su participación en 'Cuando Harry encontró a Sally' (1989)- y multiplicando sus apariciones, a menudo de carácter autorreferencial, en series de televisión como 'Sexo en Nueva York', 'Smallville' o 'The Big Bang Theory'.

El año pasado retomó el personaje de la princesa Leia, ahora convertida en general de la Resistencia, en 'Star Wars: El despertar de la Fuerza'. Poco después, publicó 'The Princess Diarist', un libro de memorias que contenía, al fin, la confirmación de algo que casi todos los fans de la saga galáctica siempre sospecharon. Carrie Fisher y Harrison Ford tuvieron un escarceo amoroso durante el rodaje de la primera película. Pero eso ocurrió hace mucho tiempo y en una galaxia muy lejana.

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