INSTALACIÓN DE LA ARTISTA CONTEMPORÁNEA TRAS TRIUNFAR EN LA BIENAL DE VENECIA

El Big Bang de Shiota

La reconocida creadora japonesa presenta obra inédita en la Fundació Sorigué de Lleida

Chiharu Shiota, ayer, ante su instalación 'In the beginning was...'.

Chiharu Shiota, ayer, ante su instalación 'In the beginning was...'.

ANNA ABELLA / LLEIDA

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Tres toneladas de piedras cuelgan de más de 300 kilómetros de hilos de lana negra formando una intrincada y oscura telaraña que se extiende en un espacio de 440 metros cuadrados dibujando una impactante instalación, a la vez intimista y monumental, capaz de transportar «al origen de todo, al Big Bang, la gran explosión». Este sugerente cosmos, donde la luz convierte las piedras en planetas y estrellas lleva, no en vano, el título de In the beginning was…, In the beginning was…evocando la primera frase de la Biblia. Esta es la obra inédita que podrá verse en la exposición de arte contemporáneo que desde este viernes y hasta el 31 de marzo abre la Fundació Sorigué, en Lleida, con cuatro grandes piezas de Chiharu Shiota (Osaka, 1972), la artista japonesa, afincada en Berlín, que ha causado sensación en el pabellón de Japón en la Bienal de Venecia 2015 con su propuesta de 500.000 llaves en una malla roja.

PIEDRAS Y COSMOS

Cuando Shiota, que explora la relación entre el cuerpo humano y la memoria, visitó por primera vez la cantera del grupo Sorigué en Balaguer, observó cómo las piedras caían desde las máquinas. «Me impresionó mucho... el ruido que hacían... Y pensé en usar las piedras para parar el tiempo, frenarlas antes de tocar el suelo, manteniéndolas suspendidas con hilos de lana negra. El hilo negro sugiere una conexión con el universo, el color negro es algo universal, conecta con el cosmos», explica en voz apenas audible esta introvertida artista, que con la piedra ha querido simbolizar un doble origen, el del «universo y la humanidad y el de Sorigué».

El martes aún estaban varios trabajadores de la gravera, que habían elegido y limpiado las piedras, colaborando con el equipo de Shiota a bregar con las madejas de lana, tarea a la que se ha sumado un grupo de estudiantes de la Universitat de Lleida. Nunca antes esta creadora había utilizado la piedra. «Es también la primera vez que uso un material sin memoria personal. En cambio la piedra sí tiene energía».

Habituada a envolver en hilos materiales más livianos y que conectan con memorias personales, como maletas o vestidos, también ha montado en la Fundació una versión de su instalación Over the continentsSe trata de 545 zapatos usados enviados por personas anónimas de Lleida junto con una nota explicando por qué ese calzado ha sido importante para ellas. «Un mensaje que me conmovió mucho era de una persona que supo que su hermana gemela murió de niña. Decía que un día cambió los zapatos por unas alas», destaca Shiota mientras va atando cabos de lana a cada zapato, ultimando la pieza. Cada sandalia, bota, chancla o deportiva es una memoria personal que queda unida a un vértice común con hilo rojo, que «simboliza la sangre, como las venas de las piernas, conectadas a un corazón, representando la universalidad de los sentimientos». «Los zapatos, vacíos, son como islas perdidas. Tienen sus propias vidas, cuentan sus propias historias, como casas abandonadas. Los zapatos nos acompañan, caminan y viajan: son una de nuestras posesiones más íntimas. Envejecen con nosotros guardando nuestros secretos y nuestras memorias más íntimas».

VENTANAS DE LA RDA

La memoria está también muy presente en la versión de His chair (2005), donde ha «dibujado en el espacio» con un montaje de 200 ventanas desahuciadas que recogió en solares al poco de llegar a Berlín, hace más de dos décadas, en una ciudad que tras la caída del Muro derruía los viejos edificios de la RDA. «Vi esas ventanas y me impresionó pensar en las historias y sentimientos de tantas personas que habían mirado a través de ellas. Los del Este veían a los del Oeste, eran del mismo país pero estuvieron separados durante 30 años. Las ventanas separan el mundo interior de las personas del exterior», cuenta Shiota, que al llegar a Alemania desde Japón tuvo la impresión de «estar entre dos mundos, en un abismo de desolación».

De His chair la artista hará una versión permanente, que representará la «historia de la humanidad», en el futuro centro de arte de Sorigué, donde desarrolla el proyecto Planta, en el complejo del grupo industrial en la gravera cercana a Balaguer.

Cierran el círculo de la memoria dos piezas que por primera vez dialogan juntas: el vídeo Bathroom (1999) -performance donde Shiota se baña en barro- y la serie fotográfica In the bathroom (2002): «Por mucho que quieras lavarte hay cosas que nunca podrás borrar, como los recuerdos».