Barcelona crea la Casa de les Lletres en la 'superilla' de Poblenou

En la 'superilla' de Poblenou, en una calle de tránsito pacificado; en el área de Glòries, al lado de la Fundació Vila-Casas y el Disseny Hub; en el 22@, al lado del edificio Media-Tic, de la Universitat Pompeu Fabra, de compañías de telecomunicaciones: la ubicación ideal, ha explicado hoy el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona Jaume Collboni, para instalar el proyecto estrella de la política cultural municipal de este mandato, la Casa de les Lletres. Un equipamiento para acoger las entidades del sector editorial y literario y promover nuevas actividades que se instalará en el gran edificio de cuatro plantas que en origen fue sede de la Compañía de Autobuses de Barcelona y antes de caer en ruina acogió Ciutat Groga y las oficinas del 22@. Las obras se desarrollarían durante los años 2018 y 2019, cuando el equipamiento se podría inaugurar.

MEDIDAS DE APOYO AL SECTOR

La creación de la Casa de les Lletres forma parte, de hecho, de una medida de Gobierno más amplia que se aprobará en el plenario municipal del 28 de abril y que agrupa numerosas iniciativas de apoyo al sector editorial que está viviendo un agudo proceso de transformación. Medidas que en gran parte, ha apuntado Collboni, deberían dependen más de la iniciativa del Govern de la Generalitat que del Ayuntamiento de Barcelona, aunque este se plantee como prioridad potenciar la capitalidad editorial de la ciudad, pero que desde la Conselleria de Cultura “no se acaban de ver”.

En términos más generales, los cinco objetivos del Icub para este mandado son mantener el liderazgo editorial de Barcelona, internacionalizar Barcelona como ciudad literaria, desarrollar instrumentos de análisis de los cambios en el sector, racionalizar el gran número de iniciativas culturales públicas e impulsar el fomento de la lectura con actividades renovadoras.

Bajando a las medidas prácticas, para empezar Barcelona creará un consorcio, Barcelona Ciutat Literària del Món, incorporando al ayuntamiento y el conjunto de agentes en el sector, invitando a colaborar a la Institució de les Lletres Catalanes y el Instituto Cervantes. Desde este organismo se coordinarían los festivales literarios de la ciudad, la organización del Sant Jordi y la presencia en ferias internacionales.

LA CASA DE LES LLETRES

En segundo lugar la Casa de les Lletres sería la sede de este organismo, pero también reuniría entidades ahora dispersas por la ciudad: el Consorci de Biblioteques, el nuevo Observatori Internacional del Llibre (cuya creación es de hecho, otra de las medidas), los gremios y asociaciones de editores, libreros y autores, y la Institució de les Lletres Catalanes si así lo decide. También sería un lugar disponible para acoger legados literarios, impulsar exposiciones, promover actividades educativas, residencias de autores y actuar como fábrica de creación para el sector y acoger actos públicos y presentaciones de libros.

El citado Observatori Internacional del Llibre sería un instituto de estudios, a partir de instituciones ya existentes como el Centre Internacional d’Estudis del Llibre creado en la Universitat Pompeu Fabra a partir de su máster de edición, consolidar un gran encuentro editorial internacional en la ciudad, a partir del Fòrum Edita Barcelona que se estrenó el año pasado tomando el relevo al extinto encuentro anual de la Universidad Menéndez Pelayo. Otras medidas, que según Collboni se irán completando y concretando en colaboración con el sector, serán la creación de un mercado de derechos audiovisuales, coordinar los festivales literarios del Ayuntamiento de Barcelona (Món Llibre, BCNegra, Setmana de la Poesia y Barcelona Novel.la Històrica) y el CCCB (Kosmopolis) y plantear la necesidad de alguna oferta adicional, y finalmente promover acciones de fomento de la lectura (en bibliotecas, con un programa literario de BTV, creando una agenda digital de actividades del sector).

LOS MEDIOS

La rehabilitación del edificio de la futura Casa de les Lletres de Barcelona tiene ya un presupuesto aprobado de 3,7 millones de euros: pese a su estado de ruina, la protección patrimonial que pesa sobre este edificio construido el año 1928 obliga a mantener sus fachadas, volumen global y elementos ornamentales. El espacio para el equipamiento es notable: cuatro plantas con 500 metros cuadrados cada una de ellas.

En el año 2017, en el que solo se ha presupuestado 300.000 euros para poner en marcha el proyecto de la Casa de les Lletres, el presupuesto conjunto para todas estas medidas alcanza los 3,4 millones de euros.