ESTRELLA DEL LIBER

La industria editorial apuesta por el filón del audiolibro

La escritora Neus Arqués, ayer, grabando un audiolibro en el estudio de la plataforma Storytel en Barcelona.

La escritora Neus Arqués, ayer, grabando un audiolibro en el estudio de la plataforma Storytel en Barcelona. / DANNY CAMINAL

Anna Abella

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Practicar ‘running’, cocinar o quitar el polvo, caminar hasta el trabajo o regresar de clase en el autobús, o, simplemente, en el sofá de casa antes de ir a dormir, mientras por los cascos conectados al ‘smartphone’ la serena y envolvente voz que habitualmente tienen en castellano Michael Fassbender, Jim Caviezel, Mark Ruffalo o Simon Baker -el intérprete de ‘El mentalista’-, y bajo la que se esconde el doblador Xavier Fernández, va narrando, página a página, las más de tres mil que forman la 'Trilogía del Siglo', de Ken Follett. Es un ejemplo de las bondades que ofrece el audiolibro, un formato que no es nuevo y que hasta ahora se asociaba a lectores con problemas de visión, pero que esta semana, abriéndose a todo el abanico de usuarios, se ha convertido en una de las estrellas del Liber, la gran feria de la industria del libro en español, que cierra este viernes sus puertas en Fira Gran Via. 

Planteado como una nueva forma de consumir historias y como alternativa o complemento a la lectura tradicional en papel, que no competencia (como ocurría con el ‘e-book’), las editoriales españolas empiezan a tomarse en serio tanto su producción como su difusión, vista la evolución en Estados Unidos, donde el audiolibro factura “más de 2.500 millones al año” y donde “durante tres años consecutivos ha experimentado un crecimiento del 20% respecto al año anterior”, siendo el formato que más crece frente al resto, que se mantienen estables, explica Iría Álvarez, directora de desarrollo de negocio ‘on line’ de Penguin Random House. Y “ya representa un 40% del beneficio del área digital”, añade Álex Gibelalde, ‘country manager’ de Storytel, plataforma de descarga a la vez que productora de audiolibros de origen sueco, que afianza su presencia en España.   

Plataformas de descarga

Dado lo incipiente de la fórmula, aún no hay cifras del audiolibro en España, pero la apuesta parece firme. Hay más de 4.000 títulos en español (la mayoría en "latino" y "latino neutro", que es el uso preferente del mercado hispanohablante americano, pero cada vez más en castellano) disponibles para descarga en plataformas de venta o distribución como Storytel, Google Play, Kobo, Audible, Amazon, Apple o Audioteca, que funcionan al estilo de Netflix o Spotify. Por ejemplo, Storytel cuenta con 620.000 suscriptores, en un año han crecido un 40%, ofrecen 35.000 títulos en inglés, 2.500 en español, y empiezan a tener en cuenta la demanda de audiolibros en catalán. El usuario puede suscribirse desde 9,99 euros al mes y, desde la web o la aplicación de móvil, tiene acceso a catálogo y escuchas ilimitadas, tanto en ‘streaming’ como en descarga ‘off line’ para oírlo en el teléfono sin estar conectado. 

Varios factores propician el enganche al audiolibro. “El detonante ha sido la llegada de las plataformas de descarga, que nos facilita a los editores un canal de distribución –explica Eva Güell, responsable del área de audiolibros del Grupo Planeta-. Pero también el uso generalizado del ‘smartphone’, que el consumo de datos se abaratara y que la gente se haya acostumbrado al consumo digital en ‘streaming’”. “El auge de los ‘podcasts’, el aumento del uso de los mensajes de voz en los ‘whatsaps’ o la llegada de los asistentes de voz en el hogar, como Alexa de Google o Siri de Apple”, contribuyen, añade Carmen Ospina, directora de comunicación, márketing y desarrollo de Penguin Random House, a la nueva ‘cultura de la escucha’, habitual para jóvenes y ‘millennials’, uno de los públicos en el objetivo de los editores. En el 2020, avanza, el 60% de búsquedas en Google serán de voz.   

Primero, autores superventas

“En el 2014 vimos el potencial y empezamos a encargar los primeros audiolibros”, recuerda Ospina. Ahora cerrarán el año con 500 títulos y prevén duplicar el número en el 2019. Planeta, que lanzó los primeros hace un año, contará con 250 y, aunque saben que es solo el principio, ven clara la apuesta para multiplicar la oferta en castellano para España. Primero fueron libros de grandes autores de los respectivos catálogos (Julia Navarro, Almudena Grandes, Yuval Noah Harari, Isabel Allende, Patrick Rothfuss, Fernando Aramburu, Dan Brown...). Ahora ya lanzan novedades (Jöel Dicker, Alaitz Lezeaga, Sáenz de Urturi...). El 70% es ficción y predomina el ‘thriller’, señalan.

Los editores han confiado en productoras como Booka o Miutbooks y en plataformas como Storytel, que también crea audiolibros trabajando con 30 estudios de grabación de todo el país para 150 editoriales españolas (con las pequeñas e independientes, que no pueden costear el precio, que puede superar los 3.000 euros, la plataforma, que también pacta títulos en exclusiva, ofrece asumir la producción y repartir los beneficios).

La voz del autor

Recuerda Juliana Rueda, que cuando en el 2012 fundó Miutbooks y recibió el primer encargo de Penguin no sabía cómo se hacía un audiolibro, así que contactó con Alan Ruben, ganador de dos Grammy y fue a Los Ángeles a aprender de él. Hoy lleva producidos más de 140 títulos en español y tiene unas premisas: “Respetar la obra escrita y la voz del autor y que los narradores sean profesionales, preferentemente actores de doblaje, capaces de narrar conectando con el oyente”. De ahí, señalan desde Storytel, voces como las de Ramón Langa (Bruce Willis y Kevin Costner), Núria Mediavilla (Drew Barrymore) o José Antonio Bernal (Ben Affleck y Kevin Bacon).   

Productora, editores y autores suelen participar en la elección de la voz, en decidir si debe ser femenina o masculina o si se necesita la figura de un director para la grabación. Y todos coinciden que los escritores (algunos, pocos, como Javier Sierra, han narrado ellos mismos) quedan encantados con la experiencia de “escuchar” sus obras.

Contar historias

Al lado de Rueda, en el estand de Miutbooks, el doblador Xavier Fernández, al que irán reemplazando en las siguientes horas colegas y actores como Jordi Boixaderas, narra en directo capítulos de ‘La caída de los gigantes’. “Hice un ‘cásting’ y Follett eligió mi voz –explica-. Hemos tenido que aprender un modo nuevo de narrar que es distinto por ejemplo del de un espot, un documental o una película. Necesitas un tono nuevo, que transmita las intenciones que el autor ha tenido al escribir la obra”.            

No hay dramatización ni efectos sonoros (salvo excepciones). El narrador, a veces varios si la obra lo requiere, interpreta el texto original. Se trata de no distraer y de envolver con su voz. Como asegura Fernández, “es volver a la narración oral. Leemos porque necesitamos que nos cuenten historias, como cuando somos niños y los padres nos leían cuentos”.     

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