EL LIBRO DE LA SEMANA

Arte y dinero, belleza y poder

El actor Steve Martin publica una novela sutil e inteligente

Obras de arte en los depósitos de un museo.

Obras de arte en los depósitos de un museo.

ENRIQUE DE HÉRIZ

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La autoría y la temática deUn objeto de bellezapuede sorprender en gran medida a quienes tengan como imagen exclusiva de Steve Martin (Waco, EEUU, 1945) la cabeza encanecida que presta algo de lustre a comedias comoEl padre de la novia. No tanto, en cambio, a quien haya tenido la suerte de leerBorn standing up, unas deliciosas memorias de juventud en las que el actor narraba sus inicios en la actuación humorística, o los propios monólogos cómicos que escribía e interpretaba. Ha sido autor teatral y publica con relativa frecuencia textos breves en la revistaNew Yorker. Circe había traducido ya en España sus dos novelas cortas, ambas en el 2005:ShopgirlyEl placer de mi compañía. Por ajustar del todo la curiosa figura de este autor, añadiremos que tiene algún Grammy y unos cuantos discos de platino en su condición de virtuoso del banjo, especialidad bluegrass. Ah, y colecciona arte. Pero no porque no sepa qué hacer con el dinero. O no solo. La última vez que exhibió su colección, a principios de siglo, contenía más de un Picasso, algún Hopper, de Kooning, Seurat...

Lacey Yeagar es una joven recién llegada al imperio Sotheby's. A sus sótanos, en concreto. Al lugar en que se amontonan los cuadros que no están destinados a generar grandes escándalos mediáticos por la sinrazón de sus precios en subasta. Es bella, ambiciosa e inteligente, como todas las jóvenes contratadas por la compañía. Quizá su rasgo distintivo sea que tarda muy poco en aprender a «convertir objetos de belleza en objetos de valor». Eso le permite subir como la espuma. Literalmente: subir con la pujanza que da el poder recién adquirido y disfrutar con frescura de la cima, que en su caso se cifra en el manejo de millones de dólares y en la fundación de una agencia de arte propia. El ascenso empieza en los años 90, pero pronto llega al mundo tras la caída de las torres gemelas, en el que la inseguridad propicia el enésimo batacazo del mercado del arte y, con él, la previsible caída de la protagonista. Todo ello relatado por Daniel Franks, su amigo y admirador, que nos va informando de lo ocurrido tras averiguarlo en sucesivos encuentros con ella.

En cualquiera de los excelentes talleres de narrativa que se celebran en su país, algún buen profesor habría aconsejado a Steve Martin que evitara ciertos riesgos obvios: su protagonista es algo plana, si bien experimenta una relativa evolución moral que podría resumirse en la progresiva desaparición de sus principios a medida que se cumple el ascenso. Es también un poco fría, por mucho que la veamos rodeada de sexo, arte y dinero. El narrador, a su vez, por su distancia con respecto a los hechos termina resultando también algo distante al lector. Sin embargo, en ese mismo taller habrían sugerido a Martin que se asegurase de conocer al detalle el material, la sustancia temática de su novela. Y en ese terreno habría demostrado ser el alumno perfecto.

FALSEDAD / Su acercamiento al mundo del arte es impecable, complejo y valiente. Las aventuras de Lacey acaban importándonos porque de su mano recorremos los falsamente luminosos pasillos que unen arte y dinero, belleza y poder. Cualquier lector que haya sentido alguna vez una mínima curiosidad por saber qué extrañas leyes determinan el éxito en los mercados del arte disfrutará con esta lectura hasta el extremo de perdonar ciertas irregularidades rítmicas y algún as que el autor se saca de la manga hacia el final para rematar la trama. El texto, por otra parte, es sutil, elegante e inteligente. Y tiene algo que no se enseña en ningún taller: profundidad de mirada.

3UN OBJETO DE BELLEZA

Steve Martin

Trad.: Cruz Rodríguez Juiz. Mondadori. 320 pág. 20,90 €